Somos ganadores morales, y no me refiero al fútbol
Rafael Luis Franco (frarafael@gmail.com)
Hace unos días conocí en la parada del colectivo a una señora que resultó ser boliviana, de Santa Cruz, muy amable, le dije que yo era paraguayo y entre otras cosas comenté que hacía poco se había celebrado la Paz del Chaco, a lo cual ella enseguida respondió que Bolivia había perdido mucho territorio en aquella ocasión, luego sin darle ni quitarle la razón, no era cuestión de ponerme a discutir con la amable señora, lamenté la guerra y que se hayan perdido tantas vidas, en ambos bandos, cuando todo pudo resolverse por la vía diplomática ante una corte internacional.
Bien, no es tanto esta conversación lo que quiero comentar sino que la misma sirvió para darme cuenta de algo que es evidente, todo lo que ganó Bolivia luego del Armisticio de junio de 1935.
El territorio que se perdió, luego del laudo del colegio arbitral de 1938, que secretamente propuso nuestro gobierno, se puede calcular en unos cien mil quilómetros cuadrados, si tenemos en cuenta el territorio histórico, el que debía ser planteado en una Corte internacional, y no la parte que al final se aceptó dividir por el acuerdo de equidad.
Por otro lado, con el Armisticio del 12-6-1935 lograron que no se determinara un claro ganador de aquella contienda, algo a todas luces positivo para Bolivia; también los del altiplano lograron que así no haya vencedores ni vencidos, no hay firma de capitulación, y que nuestro gobierno aceptara no buscar responsabilidades de la guerra; por tanto no había ninguna indemnización que reclamar, cuando el claro invasor y gestor de aquella maldita guerra fue el/los gobierno/s boliviano/s, que vinieron preparando mental y militarmente a su pueblo durante décadas; todo lo contrario de lo que hizo el Paraguay, que siempre planteó la solución jurídica y atinó a defenderse y contraatacar recién a mediados de 1932, cuando estaban ya a las puertas del río Paraguay, porque desde 1905 Bolivia venía ocupando territorio paraguayo y no respetó jamás los protocolos de statu quo que había firmado.
La única indemnización que logramos pagara, a duras penas, fue el mantenimiento de los casi veinte mil soldados prisioneros bolivianos, por supuesto que ellos descontaron de la suma acordada los dos mil quinientos que ellos tenían en su poder.
También lograron, con aquel laudo arbitral, que el Paraguay no accediera a la explotación de los pozos petrolíferos y de gas, quedando estos para su exclusivo negocio, que como sabemos les va muy bien.
Así los «éxitos» con nuestros diplomáticos y políticos liberales, ya que ellos, y solo ellos, son los autores de estos fracasos; o entregas, como quieran llamarlos, especialistas en el arte de traicionar a la Patria ya desde el siglo XIX; que por supuesto niegan y siguen sosteniendo que aquel acuerdo fue un triunfo diplomático de su parte y por el contrario ganamos mucho, muchísimo territorio.
Pero sus victorias no paran ahí, años después lograron llevarse el famoso tanque Vickers que se exhibía en la plaza, luego fue una campana, creo que ahora van por las otras; y dentro de poco, seguramente irán por las armas que están en el museo del Ministerio de Defensa; y como nosotros somos pacíficos y generosos haremos lugar a sus reclamos, principalmente en pos de la fraterna amistad de los pueblos.
De manera que, en pocos años más, no van a quedar objetos que atestigüen que una vez fueron derrotados por los paraguayos, como no lo reconocen en la actualidad. Y en contrapartida, desgraciadamente nosotros no tenemos nada que reclamarles, ni una pequeña devolución histórica, ni un fusil, ya que lo único que ellos tuvieron fueron los prisioneros y a estos ya los devolvieron; y no creo que el territorio podamos reclamarle, así que solo nos queda seguir lamentándonos.
Pero es que ellos tienen razón en no reconocer nuestra victoria, lamentablemente es así, ellos tienen razón, a la luz de ganancias y pérdidas nosotros fuimos AMPLIAMENTE DERROTADOS, solo somos, como gustan decir los hinchas argentinos, «ganadores morales». Para corroborar esto solo hagan un pequeño cálculo, a grosso modo, de cuánto valen 100 mil kilómetros cuadrados en una zona rica en gas, petróleo, y ganado; y cuánto hemos dejado de ganar con el negocio petroleo y verán el tamaño de la derrota. No, si nadie tiene idea de lo que vale el Paraguay, ni los liberales.
No se olviden, solo somos ganadores morales, nuestro recordado presidente de la Victoria es solo presidente de la victoria moral; aunque para lograr esto hay que ser bastante inmoral.
Notable la ignorancia de este señor. La Paz del Chaco se logra por un ARMISTICIO y este señor quiere una CAPITULACIÓN..! Es evidente que el pobre no tiene la menor idea de qué significa Armisticio y menos aún cuando procede una Capitulación. Y lo más lamentable de todo, es que se apoya en su ignorancia para sembrar el odio entre su propia gente.
Obviamente en la filosofía , la moral será un simple echo intangible .filosoficamente están los echas corroborados y escritos ,con echos históricos demostrados ,no es necesario que demuestres los contrarío nuestro país sabe el rumbo que debemos tomar no por conciencia si no por deber de cada boliviano .
Deja de inculcar odio en la gente actual con tu nacionalimo tono .Los dos paises fueron manipulados por la standad oil y la shell.
El avion de Pavon tambien lo tendran que devolver.
Falso. En tiepos de los Lopez el territorio llegaba nada más que hasta el paralelo que pasa por Bahía Negra. Si vamos a creer que Paraguay llegaba hasta el Parapití (discutible), entonces ese territorio lo perdió en tiempos de Don Carlos Antonio López. No durante la Guerra del Chaco. Lo de «Paraguay gana la guerra pero pierde territorio» es una mentira repetida en forma goebbeliana con fines politicos.