Piribebuy y Acosta Ñu, paradigmas del honor patrio

Una de las más cruentas batallas libradas en el marco de la GUERRA DE LA TRIPLE ALIANZA CONTRA EL PARAGUAY fue la de Piribebuy, ciudad en ese entonces. capital del país.

La batalla de Piribebuy fue librada el 12 de agosto de 1869 y el comandante del ejército invasor aliado era el brasileño Conde D’Eu, príncipe Gastón de Orleans, quien ordenó incendiar el hospital de la ciudad donde quedaron encerrados sus médicos, enfermeras, heridos, quienes murieron carbonizados. Además, degolló a hombres y mujeres que defendían la plaza y mandó ejecutar al Teniente Coronel Pedro Pablo Caballero el defensor de Piribebuy y su esposa.

En los anales históricos de nuestra patria de ese fatídico día quedaron registrados los nombres de las siguientes heroínas: Cándida Cristaldo, Dalmacia González, Venancia Acosta, Hilaria Medina, Eusebia Pérez, Gabriela López, Basilia Domecq, la esposa del comandante Caballero y Anita Segovia. 

Esa batalla fue el preludio de la Batalla de Acosta Ñu, ocurrida 4 días después: 16 de agosto de 1869, conocida como la Masacre de Acosta Ñu donde las tropas brasileras, procedieron a exterminar con saña y ferocidad a centenares de niños y ancianos que ofrecieron resistencia. 

El historiador paraguayo Andrés Aguirre consiguió que, en nuestro país, el 16 de agosto, se constituya como «Día del Niño», en homenaje a los niños caídos en la matanza de Acosta Ñu. 

Sin embargo, es un contrasentido y una paradoja, que justamente esa fecha se ‘celebre’ el Día del Niño en Paraguay 

Tal vez, alguna vez, algún gobierno paraguayo considere la posibilidad de oficializar al 16 de agosto como el “Día de los Mártires de Acosta Ñu”, de forma tal de que ese día no se “celebre” sino se “conmemore”  como uno de los acontecimientos primordiales que exaltaron y afirmaron nuestra patriotismo como legado inmarchitable y eterno.

Acosta Ñu es el símbolo más terrible de la crueldad de esa guerra en la que cientos de niños fueron sacrificados sin miramientos. Acosta Ñu simboliza, también, la conciencia máxima de la defensa de la nacionalidad; la lucha extrema por la independencia nacional, llegando a inmolación de un pueblo que no quiso rendirse y prefirió mantenerse digno.

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Nota de redacción: En el 2010, un grupo de concejales asuncenos se negaron a aprobar un convenio entre la comuna y la bisnieta del conde D’Eu, Diana de Orleans. Ella llegó hasta Asunción para conformar una entidad benéfica a fin de ayudar a niños vulnerables.  La oferta hecha fue considerado una ofensa a los niños masacrados en Acosta Ñu.

Fuentes varias