La masacre de niños paraguayos

MEMORIA

El “Día del Niño en el Paraguay se conmemora el 16 de agosto de cada año. Esta fecha es en homenaje a la memoria de los centenares de niños-héroes que en defensa de su patria, perdieron la vida en la Batalla de Acosta Ñú, víctimas de las tropas brasileras que componían las fuerzas invasoras de la Triple Alianza. Esa fecha aciaga fue el 16 de agosto de 1869.

Niños que aun no conocían la vida y que tampoco tenían la suficiente comprensión para entender la injusticia de la guerra y la eternidad de la muerte.

foto: revisionistas.com.ar

Niños de 6 a 12 años, niños como es el suyo o el mío, o el de algún vecino, su nieto o un sobrino, que en este momento, ahora, … esta jugando, … durmiendo o estudiando para ser un adulto el día de mañana.

Y bien en cierto que los niños en el Paraguay lo festejan por ser “su día”, en realidad es una recordación, un justiciero homenaje a aquellos niños cruelmente masacrados en esa fecha fatídica, que ganaron la gloria y certificaron con su sangre el heroísmo jamás igualado por ningún pueblo de la historia de América y del mundo

“Si hemos vencido fue por que hasta los niños paraguayos hemos matado”, fueron las declaraciones de Sarmiento ya finalizada la Guerra de la Triple Alianza.

 Emilio Biggi, músico paraguayo, inmortalizó ese día en su canción: “Acosta Ñú”

 Allá en mi tierra, bordeando montes
se extiende el campo de Acosta Ñu.
Llanos floridos que su silencio
recuerda aquella “Guerra Guasú”.

 Cruzan sus valles, viejas trincheras,
llenas de Gloria Tradicional
hasta el 70 se alzan las olas
de aquellos bravos del Paraguay.

Yo quisiera cantarte tu heroico pasado
la Gran Epopeya de un pueblo viril
pedacito de tierra color de esperanza
reliquia de gloria y honor guaraní.

 Jukyry va surcando sus valles dormidos
cual mudo testigo de su kurusú
y en cien luchas tenaces su cruel resistencia
tejieron los héroes de tu Acosta Ñú.

Pechos de acero y corazones escalonar py’aguasú
y hasta los niños su sangre joven
dieron en aras de Acosta Ñú
Niños y ancianos, todos cayeron
al juramento de “antes morir”
solo una cosa quedó en su puesto:
la raza heroica del Guaraní