José Bozzano, diseñador de las cañoneras Paraguay y Humaitá
El capitán de Navío José Alfredo Bozzano Baglietto es un actor extremadamente importante -pero a la vez olvidado- para el logro de la victoria en la contienda Chaqueña. Diseñador de los famosos cañoneros Paraguay y Humaitá que fueron utilizados durante la guerra del Chaco. Desde los Arsenales de Guerra y Marina realizó la hazaña de dotar al ejército de armas, proyectiles, camiones y otros suministros bélicos y logísticos.
Nació el 7 de diciembre de 1895 en Asunción, Sus padres fueron el armador naviero genovés Giuseppe José Bozzano y de la ciudadana argentina Benedicta Baglietto. Se casó con doña Virginia Cardozo, hermana de Efraim Cardozo y falleció el 14 de diciembre de 1969.
Realizó sus estudios de bachiller en el Colegio Nacional de la Capital, hizo la carrera de Derecho hasta el tercer curso, incorporándose posteriormente a la Armada como Guardiamarina prestó servicios en los Arsenales de Guerra y Marina.
En 1920 fue becado a la prestigiosa universidad norteamericana Massachusetts Institute of Technology (MIT) para seguir estudios de Ingeniería Naval. Graduándose 4 años después. Hizo un curso de posgrado y en 1925 recibió el título de Master en Ingeniería Aeronáutica
Además, aprendió a volar y se recibió de piloto. Podía pilotear aviones de fotografía y aviones porta torpedos. Pasó luego a la Escuela de Guerra Naval de Connecticut y posteriormente a la 5ª. Base Naval y Aérea de Hampton Roads Newport New
Regresó al Paraguay en el mismo año y fue nombrado director de los Arsenales de Guerra y Marina. En 1927 el presidente Ayala le comisionó a Europa para encargar la construcción de dos cañoneros que protegerían el río Paraguay en la inminente guerra con Bolivia. Bozzano partió con los planos que él mismo había diseñado y que causaron admiración en Inglaterra.
Después de contactos con astilleros de Inglaterra y Alemania, se optó por encomendar el trabajo a una firma italiana. Los cañoneros Paraguay y Humaitá llegaron al Paraguay el 5 de mayo del año 1931. En Mayo del mismo año, retomó la dirección de los Arsenales. La guerra se venía y en esta unidad se preparaban los “fierros”, así los llamaba él.
Los Arsenales ahorraron muchísimo dinero al Paraguay, pues allí se fabricaron más de 300.000 granadas de mano, las famosas “carumbe’í”, que, para orgullo de los paraguayos, en la guerra resultaron más efectivas que las granadas de fabricación belga, utilizadas por los bolivianos y se construyeron y montaron las carrocerías de 2.308 camionetas (a razón de 5 por hora). Igualmente, se fabricaron 25 mil granadas para morteros y unas 7.500 bombas de aviación. Otra de sus hazañas fue la fabricación de 23 morteros con columnas viejas de los tranvías. Al mismo tiempo fueron hechas 4.300 camillas de tubos de hierro o de madrea, camas, estufas, autoclaves y hasta fresas para trepanar cerebros. La perforación de pozos de agua en el Chaco (como los de Yrendagüe) también fue obra de efectivos de los arsenales.
Bajo el mando del capitán Bozzano estuvieron 4.400 Choferes del Chaco, para quienes el duro militar naval guardaba una admiración reverencial. Fue nombrado director general interino de la Aviación, en marzo de 1933. Allí también fue promotor de hazañas inolvidables protagonizadas por los pilotos de guerra.
Poseía una gran y admirable cultura general: hablaba fluidamente el francés, inglés e italiano y tenía conocimientos amplios de griego y el latín. Leía con fruición a Stefan Zweig, Ralph Waldo Emerson, Emanuel Kant, Fiedrich Schiller, Johan Wolfgang von Goethe, Entre los escritores paraguayos prefería a Manuel Domínguez, Cecilio Báez, Eloy Fariña Núñez, Carlos Zubizarreta y Rubén Bareiro Saguier. Bozzano se deleitaba con Chopin y disfrutaba de la música paraguaya (su canción preferida era Ñasaindype, de Félix Fernández y José Asunción Flores).
Una de sus facetas más desconocidas y sorprendentes es que se graduó de profesor de piano siendo su compañero de estudios Juan Stefanich, canciller de nuestro país durante el gobierno del Cnel. Rafael Franco. Los últimos años de su vida lo sorprendieron trabajando modestamente en el astillero familiar que poseía en la zona de Varadero. Pero su porte seguía siendo imponente. Era una leyenda viva de la historia nacional yfue el soldado paraguayo de mayor capacitación científica y tecnológica de su época.
Después de la contienda, en cuyo transcurso Bozzano no descansó, fue condecorado con la Cruz del Chaco. Continuó sirviendo al país en distintos cargos. Durante el Gobierno de Félix Paiva (1937-1939), fue ministro de Guerra y Marina y luego ministro de Economía. También fue intendente municipal de Asunción y docente de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas (Ingeniería) de la Universidad Nacional de Asunción.
En la citación de la Orden del Ejército inserta en el decreto por el cual se le otorgaba la Cruz del Chaco, se lo señala al capitán José Bozzano como “uno de los más auténticos obreros de la victoria”.
Fuentes: portaguaraní.com/wikipedia,org/Bernardo Neri Farina: ‘José Bozzano y la guerra del Material’ (Ed. El Lector, 2011)/ Luis G. Benítez: “Breve Historia de Grandes Hombres” (Industrial Gráfica Comuneros, 1986)