En Brasil evocan 150 años de la Guerra con Paraguay
El diario “Gazeta do Povo” dedica una serie de reportajes especiales a recordar la contienda que se inició en 1864. En las entrevistas, muchos especialistas recomiendan que el Gobierno brasileño devuelva los trofeos de guerra, entre ellos el famoso Cañón Cristiano.
«Ciento cincuenta años después, la Guerra del Paraguay (como llaman en Brasil a la Guerra de la Triple Alianza) todavía es una herida abierta de lenta cicatrización», afirma el periodista brasileño Diego Antonelli, en la primera de una serie de cuatro reportaje sobre el aniversario del inicio de la contienda que enfrentó al Paraguay contra el Brasil, la Argentina y el Uruguay.
El reportero, junto a un equipo especial del diario Gazeta do Povo, de la ciudad de Curitiba, estuvo de visita en el Paraguay, donde realizó varias entrevistas y recorrió escenarios históricos de la Guerra, para componer un suplemento especial, tanto en la edición impresa como en formato multimedia en el portal digital: www.gazetadopovo.com.br
«Los rencores de la batalla más sangrienta de América del Sur, que mató a cerca de 270 mil paraguayos e a 100 mil aliados, persisten hasta hoy. Uno de los conflictos no resueltos está ligado a las diferentes versiones de paraguayos y brasileños para explicar las causas de la confrontación», destaca el informe.
El «cañón cristiano», una devolución pendiente – «Del otro lado de la trinchera, están los embates diplomáticos sobre la no devolución de los trofeos de una guerra iniciada en 1864 y que se extendió hasta 1870. El ejemplo más simbólico de esa historia es el cañón El Cristiano (O Cristão, en portugués), que está en el Museo Histórico Nacional, en Rio de Janeiro», destaca el reportaje de Gazeta do Povo.
El informe recuerda que, en la década de 1980, Brasil llegó a devolver algunos objetos de guerra, como una espada usada por el entonces presidente paraguayo, Francisco Solano Lopez y otros documentos confiscados.
«Pero nunca se devolvió el cañón de 12 toneladas, y eso todavía incomoda», sostiene.
Como el cañón forma parte del patrimonio histórico brasileño, tendría que pasar por un proceso de ser dado de baja como tal, indica.
«Retirado de la Fortaleza de Humaitá, o armamento ganó ese nombre por haber sido construido a partir del metal fundido de las campanas de las iglesias de Asunción. En contrapartida, el país vecino (Paraguay) aun tiene al buque brasileño Anhabahy, expuesto como trofeo en la ciudad de Vapor Cué», apunta.
El reportaje incluye posturas de historiadores paraguayos, como Eduardo Nakayama, quien se pregunta: «¿Cómo un pedazo de hierro puede ser mayor que las relaciones diplomáticas entre los dos países? Un intercambio fortalecería al Mercosur. ¿Cómo confiar en la base de la desconfianza?».
El historiador brasileño Ricardo Salles sostiene que pocos países devuelven sus trofeos de guerra. «Pero creo que eso debería ser hecho. Es una reivindicación justa», afirma.
Acceda al especial de Gazeta do Povo: «A Guerra do Paraguai»
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