Boquerón, la victoria moral que marcó el curso de la Guerra del Chaco.
Aunque significativo, el valor estratégico de Boquerón, militarmente, no era tan notable pero su importancia era vital pues sirvió para elevar la moral de la tropa y como motivación a los soldados paraguayos, para llegar ganar la guerra pese a las desventajas que tenía el Paraguay frente a Bolivia, que la superaba en población, territorio, posibilidades económicas, cantidad de tropas y armamentos más modernos.
Sin embargo, Boquerón fue la muestra más cabal de acendrado patriotismo, donde entre el 9 y el 29 de septiembre de 1932 -20 días- lucharon tenazmente soldados de ambos bandos contendientes en una lucha fratricida en la que perecieron miles de combatientes dejando –además- un tendal de víctimas inocentes: sus madres, hijos huérfanos, viudas y novias.
POR ESO, HABLAR DE LA GUERRA DEL CHACO, NO ES SOLAMENTE HABLAR DE CORAJE, DE HONOR, DE ESTOICISMO Y VALOR PATRIO
Monumento central del Fortín Boquerón en pleno Chaco Paraguayo
Hoy, que ya nos separa casi nueve décadas de la terminación de ese conflicto bélico, queremos homenajear a paraguayos y bolivianos que. en esos lejanos días, en un pedazo de tierra llamado Chaco Boreal se enfrentaron en una guerra cruenta y atroz.
Hasta ese 14 de junio de 1935, día del cese de hostilidades entre ambos países, que hizo posible que hubiera miles de sobrevivientes porque hasta ese momento, durante tres largos años, habían caído otros tantos miles de hombres en decenas de escaramuzas, combates y batallas.
¿Y por qué no decirlo? Muchísimos también sucumbieron por los estragos que causaron distintos tipos de enfermedades, sed, escasez de remedios y médicos; clima adverso, falta de agua y la mala alimentación.
Hombres que, al final, el tiempo y el desinterés generalizado los condenó al olvido y la indiferencia a pesar de haber ofrendado sus vidas a su tierra amada.
Fuentes varias