Hace 100 años el comercio con el Reino Unido evitó que la Argentina entrase en la Guerra
El 4 de abril de 1917, hace exactamente un siglo, en plena Gran Guerra, luego rebautizada como Primera Guerra Mundial, un submarino alemán hundió al barco mercante argentino “Monte Protegido” frente a las Islas Sorlingas, a unos 45 kilómetros de la isla de Gran Bretaña, cuando se encaminaba hacia Rotterdam cargado de lino a ser manufacturado por la industria de los Países Bajos.
La bandera argentina flameaba en los mástiles de la nave que contaba con tripulación noruega y por tanto también neutral, cuando el submarino alemán apeló a sus torpedos en razón de la respuesta que el gobierno alemán había decidido frente a la decisión adoptada dos meses antes por las autoridades del Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte de sabotear el comercio de las empresas de su principal enemigo en la guerra.
Apenas dos días antes, el 2 de abril, los Estados Unidos de América se habían involucrado en la guerra como respuesta al hundimiento por parte de los alemanes, dos años atrás, del barco mercante “Lusitania” a pesar de que el 4 de agosto de 1916 el presidente Thomas Woodrow Wilson todavía se había manifestado partidario de la neutralidad como el 5 de agosto de 1914 lo había hecho el presidente argentino Victorino de la Plaza, ratificada luego el 12 de octubre de 1916 por Juan Hipólito Yrigoyen.
Haber hundido al “Monte Protegido” generó una fuerte reacción en la sociedad política argentina donde crecieron las reacciones de los partidarios de sumarse a la guerra del lado del RU, Francia, Rusia, Italia, Bélgica y demás aliados, lo que dio lugar a grandes manifestaciones durante los días 14 y 15 de abril impulsadas por el Comité de la Juventud Pro Ruptura y el 22 otra liderada por el socialista Alfredo Lorenzo Palacios, Francisco Barroetaveña y Ricardo Rojas, entre otros.
El hecho también sirvió, como lo destaca el historiador Osvaldo Vergara Bertiche en su libro “Homero Manzi. Poesía y militancia en tiempo de tango”, para que se diese a conocer, con su primer trabajo, el tango “Monte Protegido”, presentado en el Círculo de Obreros, el que pronto se convirtiese en un de los grandes compositores populares argentinos, Francisco Nicolás Pracánico.
Pero las cosas no terminaron allí y el sector más aliadófilo en el Congreso de la Nación quiso avanzar en la ruptura de la neutralidad y avanzar así hacia una ruptura de relaciones y eventual declaración de guerra a Alemania lo que motivó importantes debates entre quienes expusieron los diferentes puntos de vista.
Fue muy clara la exposición del diputado nacional demócrata progresista Francisco E. Correa, representante de la Provincia de Santa Fe, quién se manifestó claramente partidario de romper las relaciones con Alemania y sumarse a los aliados.
Durante su exposición, reproducida en su libro “Democracia, liberalismo… cosas viejas”, hizo hincapié en la postura adoptada, frente a un hecho similar por los EUA, destacando además, que la neutralidad podía tener sentido frente a una igual postura por el gobierno de Wilson, pero que ya no lo era a partir del 2 de abril, cuando éste se sumó a la guerra contra Alemania, el Imperio Austro-Húngaro, el Imperio Otomano y Bulgaria.
Esa postura, avalada por las comunidades italiana y francesa en la Argentina que llegaron a saquear diarios y empresas alemanas, sin embargo no contó con el respaldo de los sectores que mantenían un fuerte comercio con el RU y que optaron por que el gobierno de Yrigoyen el 22 de abril realizase un enérgico reclamo al gobierno alemán el cuál el 28 de abril respondió excusándose, en términos conciliadores y prometiendo una reparación económica y un desagravio al pabellón argentino.
El argumento central de los partidarios de la neutralidad, apoyados desde Londres, consistió en que la Argentina era un gran proveedor de alimentos e insumos industriales para el RU cuyo mantenimiento era fundamental para ambos países, sobre todo después de que la Argentina, en base a ese comercio, fundamentalmente, había comenzado a recuperarse de la crisis que la afectaba desde 1913.
Los partidarios de la neutralidad, entre los que se contaban los diarios “La Nación” y “La Prensa”, sostenían que involucrarse en la guerra, al romper las relaciones con Alemania, iba a impedir continuar con ese comercio ya que los submarinos alemanas lo impedirían.
Cabe señalar que un año y medio antes, el 29 de noviembre de 1915, el buque RMS Orama, de la marina del RU, en una actitud contraria a los intereses de su propio gobierno, capturó un barco mercante argentino, el “Presidente Mitre”, mientras éste realizaba un viaje de cabotaje por el Atlántico Sur con destino al puerto de San Antonio, lo que dio lugar a un importante incidente entre ambos países hasta que se obtuvo la devolución del mismo y de su cargamento el 20 de enero de 1916.
(*) Fernando Del Corro es periodista, historiador, docente en la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Buenos Aires
(Publicado en www.alainet.org)