Se la jugó y se la ganó: de “caramelero” a triunfar como locutor en Argentina

Esta es la historia de Baltazar González, el hombre que -a través de su programa radial- ayuda a cientos de compatriotas ashá

Si cada vida es una aventura, la de Baltazar González es una experiencia que vale la pena narrar. Si bien el destino -que obra a su antojo- no le trató con cortesía en muchas etapas, él luchó y superó varios obstáculos. El motor de su perseverancia fue uno solo: su familia.

Ahora, con sus 38 años sobre las espaldas, y luego de pasar toda su niñez y adolescencia trabajando como vendedor de caramelos, canillita y hasta recolector de basura del barrio, es actualmente un reconocido locutor de radio, animador y Dj que triunfa en la Argentina.

Delgado, de aspecto apacible y mirada profunda, “Balti” -como le llaman todos por ashá- cuenta a Crónica cómo llegó a triunfar en el país vecino.

Fue sincero y dijo que en ningún momento de su vida se imaginó que iba a trabajar como locutor en una radio.

“Vivíamos con mi familia en Coronel Bogado, Itapúa. Luego, cuando aún era niño, nos tuvimos que mudar a Limpio porque una hermana tenía que tratarse de una enfermedad que padecía”, comenzó contando.

“Éramos muy humildes, la plata no sobraba, la mayor parte ni siquiera alcanzaba para los gastos. Fue por eso que desde niño supe lo que era el sacrificio y ganarse el sustento”, sostuvo.

“Trabajé como vendedor de caramelos, de canillita e incluso con mi hermano hicimos un carrito y salíamos a recolectar basuras por Villa Jardín, Limpio”, agregó.

“Cumplí la mayoría de edad y me la jugué.Tomé una decisión en un momento muy difícil de mi vida. Ahí está el secreto, el de animarse, sin miedo, Lo hice para ayudar a mi familia. Y hoy estoy en un lugar donde jamás imaginé, pero que me gusta. En Argentina me quieren mucho”, dijo.

Todas las mañanas “Balti” se levanta y enfila religiosamente hacia lo que él considera su segunda casa: La emisora de radio 107.5 FM Río.

Sumergirse en el mundo de la locución fue y sigue siendo un reto apasionante. Su voz “arriero porte” y su manera fresca de comunicarse y de improvisar con un jopara de guaraní y castellano, lo convirtió en un sello popular y un gigante ‘ashá’ en Baires City.

“Llegué a la Argentina junto con una familia y trabajé con ellos. Después el negocio como que no funcionó como se esperaba y terminó. Fue ahí que fui a pedir trabajo en la radio

Comencé repartiendo volantes en la zona de Constitución. Luego fui telefonista, después ‘operadormakatu, ipahápe’ ya estaba como Dj (ríe) y hace trece años como locutor. También animo fiestas en la discoteca “Mbarete Bronco”. No sabía nada de eso, pero me anime, salió bien”, explicó. 

“Los paraguayos nos ayudamos entre todos y eso está muy bueno” – A través de su programa de radio ya consiguió ayuda a muchísimos compatriotas que pasaron por algún mal momento. “No cabe duda que el programa me sirve mucho para interactuar, saber los problemas de la gente y tratar de ayudar. “Tratamos de estar siempre para la gente y a través de eso que muchos que pueden extender su mano solidaria al que necesita. La gente se prende con el programa. Diariamente recibimos 3 mil o más mensajes”, finalizó.

“Trabajando en la disco conocí al amor de mi vida” – “Balti” resume que la radio y la animación fueron fundamentales en su vida. “Trabajando de Dj y animando en la discoteca conocí al amor de mi vida”, dijo. “En ‘Mbarete Bronco’ se resume toda mi historia”, comenta entre risas. “Estaba trabajando cuando conocí a mi actual esposa, Rosa Fernández, ella es paraguaya también, de Villarrica. Fue a bailar a la discoteca y de pronto nos miramos y fue una conexión directa. Tenemos dos hijos (uno juntos y otro hijo de su pareja)”, terminó contando

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