“El tornillito que te falta” se encuentra en Luque desde el 2015

Karina Godoy (kgodoy@5dias.com.py)

 Siempre se ha escuchado que cuando alguien no tiene sus 5 sentidos bien puestos, las personas se refieren comúnmente hacia ellas y de una manera jocosa con: “le falta un tornillito”, pero Moisés Ibáñez decidió utilizar esta frase en su sentido literal, bautizando a su ferretería con dicho nombre peculiar.

EL TORNILLO...El emprendedor asegura que esta estrategia de marketing dio muy buen resultado, ya que los clientes que ingresan al local ya saludan con una sonrisa por el simpático nombre del lugar. “El nombre de la ferretería causó bastante gracia a los primeros clientes, ya que muchos de ellos que venían en busca de tornillos, ingresaban con una sonrisa. Tal efecto ocurre hasta ahora con los nuevos clientes”, expresó Moisés.

COMIENZO – “A inicios del año 2015, con el sueño del negocio propio, surgió la imperiosa necesidad de realizar un análisis de la situación económica, comercial y social por la cual atravesaba el país, presentándose un crecimiento relevante en el sector de la construcción inmobiliaria en los últimos 5 años, esta pesquisa nos dejó pensando que dicho crecimiento podría declinarse, pero no así el mantenimiento y hermoseamiento de las construcciones ya concluidas”, afirmó además de comentar que con la ayuda de su novia, Leticia Alegre, decidieron montar el negocio.

“Fue una ardua tarea, en realidad bastante difícil era encontrar un espacio adecuado a lo que aspirábamos y el nombre ni que decir. Luego de muchas controversias hoy en día salimos a flote y la culminación del asfaltado en el lugar generó un aumento en las actividades comerciales de la zona, lo cual favoreció nuestro éxito”, explicó Ibáñez. Instalados hace 10 meses en el mercado hemos logrado posicionarnos en el sector y de esa manera superar las expectativas proyectadas antes de lo esperado, con el apoyo constante de nuestras familias y Dios. Brindando una atención personalizada, con honestidad, amabilidad y compromiso, porque la mejor publicidad es la que hacen nuestros clientes satisfechos”, siguió ilustrando.

INVERSIONES – La inversión inicial fue de G. 36 millones, mientras que el monto de capital en la actualidad ronda los G. 120 millones, fueron anotando lo que la gente necesitaba y así compraron los artículos con el mismo capital que ya empezó a trabajar.

PRODUCTOS – Entre las principales ventas que realizan se encuentran productos para albañilería, carpintería, electricidad, fontanería, pintura, clavos, tuercas, herrería, herra­mientas y, por supuesto, una gran variedad de tornillitos. Dirigido a un público que comprende tanto a particu­lares como a profesionales (electricistas-plomeros), técnicos de la construcción y de la decoración. Actualmente trabajan también con dos constructoras.

PROYECCIONES – En un futuro no muy lejano aspiran a ser importadores a fin de abaratar costos y ofre­cer mejores precios. La meta es ser proveedores de otras ferreterías y des­pensas con productos perso­nalizados y, a su vez, emplear  el sistema de consignación.

En miras de diferenciarse de otras ferreterías, imple­mentaron el sistema de au­toservicio, a fin de generar comodidad para el consu­midor y ahorro de tiempo. “Implementando góndolas con productos de primera necesidad y que son de mu­cha ayuda, en especial para personas con poca experien­cia a la hora de elegir el pro­ducto”, manifestó Ibáñez.

Perfil –  Moisés Ibáñez es licenciado en Ciencias Contables y Auditoría, tiene 28 años. Estudió en la Universidad Americana con una beca de Itaipú para jóvenes de escasos recursos, mantuvo el promedio trabajando de día y estudiando por las noches. Hasta ahora sigue trabajando en una empresa constructora; es contador-administrador y fue la empresa que le dio la idea de este negocio.