Por Joel Barrios @Joelbarrioss (*)

Un 81,3% de la población trabajadora, 2.370.677 de paraguayos, está en la informalidad y no está aportando a la jubilación ni tampoco contribuye con los impuestos, según estudios locales del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo PNUD y la Organización Internacional del Trabajo.

De cerca de 3.200.000 personas ocupadas en el país, solo el 20% tiene aporte a un seguro médico y a la jubilación. Muchos de los empleos informales son solo la punta del iceberg, plantean los investigadores del Instituto de Economía Sostenible de la Universidad Nacional de Asunción, que recientemente publicaron un informe “Economía Subterránea” en conjunto con la Asociación Prodesarrollo Paraguay.
La problemática se agudiza inclusive cuando se ven los números del interior del país, donde la informalidad llega al 93,2%, con 1.081.690 de personas que están dentro de esta esfera.

Su estudio publicado explica la diferencia conceptual entre la economía subterránea y la informalidad. La primera incluye a la piratería, narcotráfico, contrabando, actividades económicas que tienen en común “permanecer ocultas para evitar su medición y con la finalidad de evadir impuestos”, explican los profesionales en el documento.

La informalidad se encuentra más relacionada con la pobreza y por ende, las actividades con que se conforman son susceptibles de ser formalizadas con menor dificultad. “Es estrecha su relación con la pobreza en los países de menor desarrollo versus las economías más avanzadas”, mencionan los investigadores.

MERCADO MENOS FORMAL – El valor estimado de la Economía Subterránea de Paraguay alcanza los US$ 10.683 millones, igual al 40% del PIB local. Para las empresas implica la obtención de ventajas diferenciadas frente a las responsabilidades que las formales deben cumplir; en este sentido, es fundamental identificar y tener cuantificado el tamaño del sector subterráneo de la economía, sentencia el estudio.

Los economistas lamentan que el mercado laboral es el mercado menos formalizado del país. “Lograr el empleo decente es uno de los problemas mayores, y eso representa una necesidad para cubrir las necesidades básicas del consumo familiar, un seguro médico y la jubilación”, expresó el economista Aldo Centurión.

El bono demográfico es un dato importante, por lo que el desafío está en generar condiciones para crear empleo digno con políticas que hagan concretar la necesidad de trabajo que tienen los paraguayos, indicó.

(*) lanacion.com.py