Paraguay, el país que quiere ser China para sus pares de la región
Paraguay «le dio la vuelta» al proteccionismo de los países más grandes del Mercosur, Brasil y Argentina. El país miembro del bloque hizo mella en los mercados de la región sustituyendo productos manufacturados que antes se importaban de China.
La apuesta es a profundizar ese proceso, que se asienta en los costos competitivos del vecino país. Así lo afirmó el ministro de Industria y Comercio paraguayo, Gustavo Leite, quien fue anteayer el principal expositor del evento Paraguay, destino de inversiones rentables, organizado por la consultora uruguaya CPA Ferrere.
«Presidenta, nosotros somos China, tenemos costos de China, ¿por qué insisten en seguir trayendo las cosas de China cuando nosotros podemos hacer acá?». La pregunta –reproducida por Leite– se la formuló el actual presidente de Paraguay, Horacio Cartes, a su par brasileña, Dilma Rousseff. La mandataria le respondió que no sabía esto y, fruto de ese diálogo, los dos países incrementaron su intercambio comercial. Ese planteo se le hizo también al presidente argentino, Mauricio Macri.
Paraguay quiere convertirse en la gran fábrica de la región. Para eso, el gobierno identificó cinco sectores para incrementar sus exportaciones a los países vecinos. En un principio: juguetes, autopartes, confecciones, plásticos y servicios.
Mientras que hace tres años el país no colocaba autopartes en Brasil, ejemplificó el ministro, el año pasado se llegó a US$ 160 millones. Lo mismo sucedió a nivel de indumentaria: en 2012 se vendió por US$ 20 millones al gigante norteño, cifra que el año pasado trepó hasta US$ 114 millones. «Estamos sustituyendo confección que viene de China para el mercado brasileño a partir de esa plataforma competitiva», apuntó Leite.
Paraguay, dijo el ministro, apunta a ser un país abierto: «Queremos jugar el partido mundial, en la NBA, pero medimos 1,60». Por este motivo, agregó, ser competitivos es una obligación: «Como no controlamos los precios, tenemos que bajar costos».
Sobre ese punto, Leite destacó el régimen impositivo guaraní, así como el laboral, al que calificó de «lógico» y «amigable con la inversión». El ministro apuntó en relación al rol de los sindicatos que «es muy difícil» que haya un paro en una fábrica en ese país. Además, subrayó la «laboriosidad» y «abnegación al trabajo» de la población paraguaya.
«No nos asustan jornadas de 14 horas y 41 grados de calor», sostuvo Leite.
En diálogo con El Observador, luego de su exposición el ministro afirmó que el salario mínimo en Paraguay –que ronda los US$ 330– es «alto». También dijo que los sindicatos paraguayos «tienen capacidad de entender que si no hay empleador no va a haber trabajo».
La foto de la economía guaraní. Alfonso Capurro, economista senior de CPA Ferrere, se encargó de dar un pantallazo acerca de la situación económica actual de Paraguay. Sus indicadores macro, dijo, son los mejores de la región. Según datos preliminares, la economía paraguaya se expandió 3,6% el año pasado y lo hará 3,3% este año y 3,7% el próximo. Asimismo, Capurro destacó que el país tiene los menores niveles de deuda e inflación de la región, lo que le da margen de maniobra para, por ejemplo, decidir acelerar la depreciación de su moneda.
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