Lecciones de Paraguay frente al “ajuste cero” de la economía local
por Guillermo Laborda (*)
Gobierno de Cartes redujo 20% este año el rojo. Es sólo el 1.5% del PBI. Los dos primeros años de Macri no mostrarán avances en lo fiscal. Incluso, dependiendo del blanqueo u otros factores, hasta puede haber retrocesos
Paraguay logró reducir 20% su déficit fiscal en lo que va del año. Según un informe del JP Morgan elaborado por Franco Uccelli, lo hizo merced a un aumento del 7,5% en los ingresos contra un 6% de los gastos. Así el déficit fiscal apunta a ser de 1,5% del PBI este año, un porcentaje envidiable para la Argentina.
«A pesar de la debilidad estructural en las finanzas públicas de Paraguay, como el alto nivel de la informalidad laboral que mantiene el peso de la carga tributaria relativamente baja, y la debilidad institucional, que restringe la calidad del gasto, esperamos que la administración Cartes continúe exitosamente resistiendo la presión social para impulsar el gasto y cumpla con los límites al déficit impuesto por la Ley de Responsabilidad Fiscal».
Del otro lado, un informe de Goldman Sachs advierte por la situación de la Argentina. Concretamente menciona el economista Mauro Roca, que, sobre la base de los datos del Presupuesto 2017, la Argentina va rumbo un ajuste cero en sus cuentas públicas. No hay diferencia con lo que dejó el kirchnerismo, por lo menos en los dos primeros años. El ministro Prat Gay había destacado el 13 de enero, al momento de anunciar las proyecciones a 2019, el alto déficit fiscal que recibieron como herencia y que «nos vamos enterando en la medida que avanzamos». En esa ocasión, Prat Gay comentó que la orden del Presidente fue: «No toquen el gasto social, en la medida de lo posible incrementen el gasto en inversiones y vean dónde está el derroche en todos los ministerios». Ejemplificó como Prat Gay, como costo fiscal adicional, a las promesas de campaña como la eliminación de retenciones (un hueco de 4.700 millones de pesos) y la ampliación de la Asignación Universal por Hijo ($7.600 millones). Luego, el ministro de Hacienda debió digerir el pago a jubilados por la Ley de Reparación Histórica.
No fue casual ayer la cautela exhibida por el economista Guillermo Calvo en las Jornadas Monetarias del BCRA. «Frenando la inflación en un contexto global frágil» fue el título de su exposición. Advirtió el economista por los riesgos de un shock externo pero cerca del final, al sobrevenir la ronda de preguntas, habló del gasto público y de la falacia en los resultados de la política fiscal por necesidades macroeconómicas).
Calvo dio un ejemplo que incluyó una fuerte crítica al accionar del FMI por «irresponsabilidad» dado que recomendó a países en medio de la crisis financiera internacional: «Gasten todos más». «Luego del golpe, se preguntó el FMI cómo se paga la deuda» y se pasó a la recomendación del «ajuste fiscal» con serios problemas generados en Centroamérica por su accionar.
Concretamente, lo que preocupa para Calvo es que se siga una política fiscal por razones macro, más que porque se necesite efectuar gasto público, por ejemplo, por necesidades de infraestructura. El caso argentino es algo diferente igual. Que se mantenga elevado el déficit fiscal fue una decisión más por necesidades que planteaba la política que la macro.
Las encuestas puntualmente. Y en 2017 serán las elecciones legislativas las que sostendrán ese rojo. Pero como culmina el informe de Goldman Sachs, «dada la incertidumbre en relación con el resultado de la amnistía fiscal, las negociaciones salariales en 2017, el ajuste de las tarifas energéticas y la fortaleza de la recuperación económica prevista, los riesgos tienen una tendencia hacia una aún menor reducción -o hasta un aumento- del déficit fiscal total durante el próximo año».
Igual en la Argentina, hoy 2018 sigue siendo larguísimo plazo. Quizás sea por ello que no preocupe.
(*) ambito.com