La eliminatoria Sudamericana de Qatar, el Var mediante
Maximino Verza
Poco o nada podemos hablar o pronosticar futbolísticamente de ésta eliminatoria, que recién fuer cumplida la cuarta fechas de las 18 pactadas.
Podemos decir, qué Brasil, es el único seleccionado que ganó los cuatros encuentros disputados, qué solamente hay tres invictos; Paraguay, Argentina y Brasil, qué el promedio de goles en estos 20 partidos, es de 3.33 goles por partidos (se convirtieron 67 goles), qué hasta ahora, no hubo partido que terminara 0 a 0, qué los equipos son muy parejos, a excepción de Bolivia, que sigue sin levantar el bajo nivel futbolístico que lo caracteriza, qué las diferencias entre locales y visitantes, con relación a los resultados, se van achicando (9 victorias locales, contra 7 de los visitantes).
De lo que sí podemos hablar largo y tendido, es del chiche y protagonista exclusivo de ésta eliminatoria que nos ha cambiado nuestra manera de sufrir el juego como espectador. Y dice que viene para quedarse, que la tecnología va a poner más justicia y transparencia en el fútbol.
Todo será cierto, pero me vuelve loco, éste “Var”. Tiempo al tiempo, dice un dicho, y mientras tanto, quién nos devuelve el grito alborozado de gol de nuestro equipo, cuando el referee, muy canchero (Lavándose las manos), levanta los brazos y las manos, como diciendo, “Mirá que yo no fui, fue el Var”, que me dijo que hubo un foul anterior y tengo que anular el gol”.
No hay derecho, para que suframos más de cinco minutos para que el referee (el Var, digo), tome la decisión. Para mí, que el referee, primero consulta con la esposa o familiares, más cercanos, cómo vieron ellos las jugadas, recién luego, consulta al Var.
No hay derecho, a condenar como villanos a los jugadores, expulsándolos por 10 o 12 minutos, para después, el bendito Var, los declara inocentes. Que hacemos con los cantos, donde nos acordamos de todas las mujeres de su familia. ¿Les pedimos perdón?
Cómo solucionamos el problema de los relatores chantas, que no ven nada y grita el gol, como si fuera un tanto que significaría un campeonato. Cuando se entera que el Var, invalida el tanto, ensaya el argumento, de que él se había percatado antes de la nulidad del gol.
Se presenta un problemón para la barra de los equipos. ¿A quién va dedicar los hermosos cantitos recordatorios para la madre o a las hermanas? Porqué, el referee, al lavarse las manos, con eso de, “yo no fui”, podemos responsabilizar al Var.
Entonces, no nos extrañemos que un cercano futuro, escuchemos los canticos de las barras bravas, como estas:
- Var querido, esta hinchada está contigo (cuando anula el gol contrario).
- Var andá a la………de tu madre (cuando convalida el tanto contrario).
Por suerte, con la nueva tecnología, las madres de los árbitros pasaran a engrosar el bando de las masas anónimas.
Un dicho popular dice: “si no puedes vencer a tu enemigo, únete a él”. Me uno
Para ser más llevadera la nueva modalidad, deberíamos utilizar nuestros ingenios para proponer actividades para cubrir los tiempos que el Var necesita, para tomar las decisiones:
Mi primera proposición, sería la formación de las porristas, estilo Yanqui, o cuerpos de danzas folklóricas o modernas.
Lo importante, no aburrirnos y despreocuparnos de las decisiones del Var. Por ahí, quien nos dice, que encontramos la solución para zafarnos de los malos y aburridos partidos..
Pregunto: ¿los partidos, antes, no duraban 90 minutos? (a veces, mi vejez, me juega algunas malas pasadas). Por ahí, la tecnología cambió la duración de los mismos y no me enteré. Veo que la televisión marca 45+ 8 minutos, luego que agrega, no sé por qué, 2 minutos más y parece que al referee, se le paró el reloj, y agregó 1 minuto extra.
Esto es una jungla, armémonos de muchas paciencias y arriba con los faroles (1).
(1) Arriba con los faroles , es una expresión con la que se indica el firme propósito de iniciar o continuar algo, a pesar de las dificultades y de las molestias).