El día que Brasil lloró: Uruguay Campeón del Mundo 1950

Por Maximino Verza

Después de una obligada suspensión de doce años, por la segunda guerra mundial, el fútbol vuelve a organizar su campeonato mundial, esta vez en Brasil, que ya se perfilaba como potencia en este deporte. Solamente participaron 33 países en la fase eliminatoria, debido que muchos de ellos emergían del flagelo que significó la guerra.

Selección uruguaya campeona
Selección uruguaya campeona

A la fase final llegaron 13 selecciones, 11 clasificados por eliminación, más el campeón, Italia y Brasil, el local. Se formaron dos grupos de cuatro equipos, uno de tres y otro de dos. El ganador de cada grupo avanzó a la ronda final, en la que todos se enfrentaron entre sí. No hubo un partido final, el campeón fue el que más puntos cosechó en ésta ronda.

La copa del mundo que hasta ahora no tenía nombre se denominó Copa Jules Rimet, a partir del Congreso de la FIFA de 1946. Los delegados, por unanimidad y en agradecimiento a su Presidente, le dieron su nombre. La copa, fue realizada por el escultor francés, Abel Lafleur, representaba la victoria, con una mujer alada llevando en sus manos, sobre la cabeza, un vaso en forma de copa. Medía 30 cms. de altura, era de oro macizo, con un peso de cuatro kilos, y el costo, en 1930, fue de 50.000 francos franceses. El equipo que ganara tres veces  sería definitivamente dueño del trofeo.

La historia de la copa es muy interesante. Ya en la Segunda Guerra Mundial, fue resguardada por el dirigente italiano, Ottorino Barassi, en diferentes lugares para que no fuera robada, según  dijo, por  los comunistas, tejiéndose varias historias al respecto: Que la tenía en una caja de zapatos, debajo de la cama; que la tenía dentro de un queso provolone; que la guardó en una bodega, y otras tantas historias por el estilo. Pero lo cierto es que la copa apareció intacta para ser admirada y codiciada por todos los seleccionados. El 20 de marzo de 1966, en víspera de la Séptima Copa del Mundo, Inglaterra 1966, fue robada en Londres, donde estaba expuesta para el público, en el Central Hall de Westminster. Después de una semana fue recuperada por el famoso perro Pickles, en un jardín de la periferia de Londres. En México1970, Brasil, al ganar el tercer campeonato, se hace dueño definitivo del trofeo que prestigió las vitrinas de la Confederación Brasileña de Fútbol, en la ciudad de Río de Janeiro, hasta que en 1983 fue robada por segunda vez y fundida en lingotes por los ladrones. En 1984, la Confederación Brasileña de Fútbol, mandó hacer una réplica. El 30 de diciembre de 1988, fue asesinado Antonio Carlos Aranha, quien según la policía estaba implicado en el robo. Los asesinos fueron cómplices, ya que Aranha, no les había entregado lo pactado por la venta de los lingotes.

El 4 de mayo de 1949 Italia, que defendía el título obtenido en 1938, fue conmovida por un accidente aéreo, donde murieron todos los integrantes del club Torino, que tenía  9 titulares de la selección italiana. Cuando regresaba de Lisboa, donde disputó un amistoso con el Benfica. El avión se estrelló contra la Basílica de Superga.

La delegación que venía que la reemplazó viajó en el trasatlántico Sises, que cubría la línea regular Nápoles y Santos. Las prácticas se realizaban en la cubierta del barco y todos los balones disponibles fueron a parar al mar. El equipo llegó al escenario del evento muy mal preparado y fue eliminado en la primera fase.

 Nuestra selección nacional, integró el grupo con Suecia  e Italia. Con Suecia empatamos 2 a 2, remontando un 2 a 0 inicial, y perdimos contra Italia por 2 a 0, en las dos oportunidades Paraguay formó con Vargas, González, Céspedes, Gavilán, Leguizamón, Cantero, Ávalos, A. López, Faquir, López Fretes y Unzain. D.T.: Fleitas Solich.

El 16 de julio, con un Maracaná lleno, donde no cabía ni un alfiler, con 173.850 entradas vendidas (se calcula que estaban en el estadio 199.854 personas, la mayor cantidad de espectadores reunidos en un partido de fútbol), jugaron la final Brasil (4 puntos) y Uruguay (3 puntos). Brasil se clasificaría  campeón con sólo un empate.

La preparación para el festejo de parte de los locales, fue tan majestuosa, como lo fue la decepción posterior de la derrota. Acuñaron medallas con los nombres de los jugadores. Escribieron pancartas, saludando a los campeones. Era un verdadero carnaval. Todo estaba previsto, hasta el discurso que debía pronunciar el Presidente Jules Rimet. Más tarde Jules Rimet, recordaría esa final: “Todo estaba previsto, menos el triunfo de Uruguay. Al término del partido yo debía entregar la Copa al capitán del equipo campeón. Una vistosa guardia de honor se formaría desde el túnel hasta el centro del campo, donde estaría esperándome el capitán del equipo de Brasil. Preparé mi discurso y me fui a los vestuarios pocos minutos antes del final. Cuando caminaba por los pasillos se interrumpió el griterío infernal. En la salida del túnel, un silencio desolador dominaba el estadio. Ni guardia de honor ni himno nacional ni discurso ni entrega solemne. En el tumulto descubrí a Obdulio Varela, el capitán uruguayo, y casi a escondidas, le entregué la estatuilla de oro, estrechándole la mano, pero sin poder decir una sola palabra”.

Maracanazo: Nadie pensaba en la derrota de Brasil, solamente los 11 uruguayos, que encabezados por su capitán Obdulio Varela se empecinaban en contradecir a todo el estadio y a todo Brasil. El primer tiempo terminó 0 a 0, pero al inicio del segundo tiempo Fríaca, puso a los locales en ventaja y el festejo fue infernal.

A los 21 minutos Schaffino, puso  uno a uno el partido, pero el carnaval siguió  porque con el empate Brasil era campeón. A los 34 minutos,  enmudeció  el estadio y todo Brasil. Gol  de Ghiggia. Uruguay ganó2 a 1. Fue el Maracanazo Se produjo la tristeza más grande que un pueblo entero pudo sufrir por un resultado de fútbol. Suecia se clasificó  tercera.

Sedes: Río de Janeiro, San Pablo, Recife, Curitiba, Porto Alegre y Belo Horizonte.  Se utilizó  la pelota de cuero con válvula. En Europa se experimentaba con material plástico para reemplazar al cuero. Las camisetas, eran de mangas largas o cortas, indistintamente. Por primera vez, aparecieron los números detrás de las mismas, ordenados de 1 a 11, según la posición que ocupara  el jugador en la cancha.

Después de ésta derrota, todo Brasil pensó que la camiseta blanca con puños y cuello azul, que la selección venía usando desde 1919 era “mufa”. La camiseta verde_amarilho, que conocemos hoy, se usó oficialmente, por primera vez, en los Juegos Olímpicos de 1952.

 El mundial de Brasil sobresalió  del resto por la masiva participación de espectadores en los estadios, se vendieron 1.337.000 entradas. La media por partido fue de 60.800 espectadores. Los partidos que protagonizaba Brasil, fueron verdaderos record en ese sentido, que difícilmente, para no decir, imposible, sean igualadas: Con México, pagaron 81.649 personas; con Suiza, 42.032 espectadores; con Yugoslavia, 138.987; con Suecia, 138.886; con España, 152.772 y en la final con Uruguay, 173.850 pagantes.