Como el Paraguay no hay…

Así como México es lindo y querido, como el Paraguay no hay. Esto se palpó en la Copa América, en que los “americanos” se hicieron la América dejándonos afuera

Notable labor de Brad Gusan, el arquero cabureí...
Notable labor de Bradle -Brad- Guzan, el arquero cabureí...

Según el renunciante Ramón Díaz, parece que con los yanquis no se puede… y, según Chilavert, Ramón es un chambón.

Sea como sea, a la aguerrida y nunca bien ponderada selección guaraní, no le alcanzó los malabares que hizo y no le quedó otro remedio que hacer las maletas para el regreso con las manos vacías, pero con la esperanza de ‘dar el golpe’ en el mundial a desarrollarse en la madre Rusia en el 2018.

Para eso lo único que se requiere es encontrar la vuelta para que el futuro, nuestro actual seleccionado desarrolle su potencial, estabilice su funcionamiento y por sobre todo –valga la digresión- encontrar un buen director técnico que bien podría elegirse entre los de Barcelona, Atlético de Madrid o el Paris Saint Germain.

Aunque no vendría mal pensar en alguien que pertenezca a nuestro acervo local, que sepa hablar -además del guaraní- tailandés, maorí, esperanto y sueco. Así puede retar (por no decir otra palabra) al referee bombero de turno en varios idiomas.  Ah… quizá también debería saber algo de fútbol…

Hablando en serio, nuestros albirrojos pusieron en esta Copa, todo lo que había que poner en los encuentros disputados en United States: coraje, fibra, garra, sudor y ganas. Lamentablemente con eso no alcanzó porque le faltó definición goleadora, condición imprescindible para ganar partidos aunque esta vez también hubo algo de mala suerte y, además, las intervenciones del arquero  Bradley -Brad- Guzan,  que resultó un muro infranqueable que las atajó todas, para angustia y desazón de nuestra raza.

Pero quedate tranqui hermano, diría un curepa,  en el fútbol siempre hay revancha. Y para no caer en la “depre”, tengamos presente que Paraguay no güevi… Y si güevi, es para tomar impulso.

Adelante lo mitã…