En un partido áspero y trabado, el seleccionado chileno se consagró campeón de la Copa América,  tras vencer en la final a su par de Argentina, que fue disputado el 4 de julio  en la capital de dicho país andino.

Un partido intenso, que necesitó un tiempo suplementario que agotó los recursos físicos de ambos equipos y que al final se definió por penales que, como sabemos es casi lo mismo que “desempatar” arrojando una moneda al aire. El marcador quedó 4 a 1 a favor del local.

El onceno dirigido por Gerardo «Tata» Martino, no pudo repetir la performance que desarrolló ante Paraguay ya que los campeones lo presionaron permanentemente y no  le permitieron que jugaran con libertad. Y así los «pupilos» del DT Jorge Samapoli -también argentino- pudieron alzarse con la apetecida Copa por primera vez en su historia.

La hinchada de la “marea roja” -o sea, 18 millones de chilenos- quedó ronca por el grito por esta histórica conquista