Andate Ramón, dale el gusto a Chilavert…
Los curepas están contentos y orgullosos de que los técnicos de los cuatro semifinalistas de la Copa América sean argentinos. Los paraguas, orgullosos de sus “leones”.
El único que debe estar llorando todavía es José Luis Chilavert, alias el kangüeroto, que habrá quedado atragantado aún más con el sapo que tuvo que ingerir con la clasificación del dream team paragua dirigido por un vago y mentiroso, que por casualidad ya puso al seleccionado guaraní entre los cuatro mejores de América.
(Igualmente, Ramón, andate y dale tu puesto de entrenador que apetece el ex arquero goleador que vistiera la casaca de «su» Sportivo Luqueño, Guaraní, la Selección Paraguaya, de Vélez y San Lorenzo entre otros).
Pero volvamos a lo nuestro: ayer, contra los rapai o melhor do mundo, los ingüeroviables veteranos albirrojos, jugaron el mejor partido en lo que va de este torneo. Y no precisamente por obra de un milagro divino sino por el cambio de «chip» en el equipo que no sólo le dotó de confianza en su capacidad ganadora, sino que revivió las mejores épocas futbolísticas de los nuestros, o sea “oikové jeý hikuai”.
No sabemos si el próximo martes vamos a perder el invicto ante los celeste y blanco, pero los guaraníes están agrandados ¿o a esta altura son grandes de verdad? Y, también psicológicamente, están predispuestos a superar el resultado del empate en dos goles del cotejo pasado. Para lograr esa victoria están mental y futbolísticamente preparados.
Pero anike ja apoí kurepa kuera pe lo mitã jaha porãro jepé… (Pedimos que el amable lector que no sepa nuestro idioma pregunte a cualquier paraguayo cómo se traduce lo anterior)
Será Justicia