A 20 años del gol de oro que desgarró el corazón paraguayo

Por Daniel Espinoza (x)

La Albirroja escribió uno de los capítulos más importantes, emocionantes y dramáticos de su historia en la Copa Mundial de Francia 98. Si bien sufrió la más triste eliminación, su entrega, garra y corazón fueron motivos de orgullo y gran admiración, incluso a nivel internacional.

El 28 de junio de 1998, gran parte del mundo se hacía eco de la crueldad que significaba la nueva regla en el fútbol para definir los tiempos extras, el denominado gol de oro. La primera víctima de aquella norma en un Mundial era la Selección Paraguaya.

Con esa disposición, si un partido terminaba con empate en los 90 minutos reglamentarios, se jugaban dos tiempos suplementarios de 15 minutos y, si uno de los equipos lograba un gol, lograba la victoria, sin que el adversario tuviera opción de reaccionar. Era el famoso: “el que mete gana”.

La imagen de jugadores albirrojos tirados en el césped y con lágrimas en los ojos, como la desolación de todo un país por la dura eliminación, quedan en la memoria de miles de aficionados. Paraguay lograba el reconocimiento global y plantaba la semilla para una era inimaginable.

El Mundial de Francia 98 significaba el retorno de Paraguay, luego del fracaso que representó estar ausentes en Italia 90 y Estados Unidos 94. El cambio de mentalidad de los jugadores fue una de las claves del éxito. Fue el entrenador europeo Ladislao Kubala quien trajo nuevos aires.

Una aguerrida Selección Paraguaya de Fútbol lograba clasificarse a ese certamen como la segunda de Sudamérica, quedando a tan solo un punto de la Argentina. Era la alegría de toda una población, que luego aguardaría la competencia con mucha esperanza e ilusión.

El país disputaría por quinta vez el máximo torneo organizado por la Federación Internacional de Fútbol Asociados (FIFA). Sus anteriores participaciones mundialistas fueron en Uruguay 1930, Brasil 1950, Suecia 1958 y México 1986.

Paraguay logró conformar un gran equipo que se consolidó a lo largo de las Eliminatorias. Para agrandar hacer clic sobre la imagen.

Paraguay llegaba con una generación de jugadores con hambre de gloria y mucho amor hacia la Albirroja. Futbolistas que deseaban ser protagonistas de la Copa de la Vida, nombre que recibía la alegre canción oficial de aquel evento.

El 4 de diciembre de 1997 se llevaba a cabo el sorteo de la fase de grupos, en una ceremonia sencilla y con una previa que quedaría en la historia: un partido amistoso entre Europa y Resto del Mundo. El Viejo Continente cayó por 5 a 2.

“No estoy preocupado por el grupo que nos toque”, expresaba el entonces director técnico de la Selección Paraguaya, el brasileño Paulo César Carpegiani. De esa forma, contagiaba ese optimismo, que se extendía a cada rincón de la tierra guaraní.

Las bolillas determinaron que los albirrojos debían enfrentarse al Grupo de la Muerte, junto a España, Bulgaria y Nigeria. Esa conformación desilusionó a algunos y preocupó a otros; sin embargo, la expectativa crecía en todos.

(x) ver nota completa con fotos imperdibles en www.ultimahora.com del día de hoy, jueves 28 de junio