Fue inaugurada la casa “Augusto Roa Bastos”
La primera Casa del Bicentenario “Don Augusto Roa Bastos”, conocida como la “Casa Cueto”, situada en la calle México casi 25 de Mayo, Asunción, fue inaugurada el jueves pasado.
Como atractivos, el centro cultural tendrá un sistema de video-instalación programado, para proyectar materiales del Bicentenario de nuestro país y otros de Latinoamérica; una “Galería de Próceres” dedicada a los héroes de mayo marcará el acceso, y se habilitará un espacio donde se podrán encontrar todas las publicaciones realizadas por la Comisión editadas hasta hoy.
La Casa del Bicentenario funcionará además como biblioteca y contará con un pequeño auditorio con sistema de proyección, que servirá como espacio para video –conferencias. El arquitecto Carlos Colombino es el encargado de crear un espacio museístico donde se exhibirán objetos y documentos de nuestro Premio Cervantes, Don Augusto Roa Bastos.
La última moradora fue María Cueto de Aquino, tía de Julia Miranda Cueto de Estigarribia, quien fuera esposa del comandante en jefe de la guerra del Chaco y luego presidente de la República, el Mariscal José Félix Estigarribia. La pareja residía en esta casa, durante su estancia en Asunción.
Acerca de la restauración: La casa convertida en centro cultural destinado a la literatura, habilitará de esta manera su restauración arquitectónica, labor realizada por los arquitectos Carlos Cataldi, Ida de los Ríos, Fabricio Bibolini y Vicente Canillas. La restauración interior estuvo coordinada por Carlo Spatuzza.
Valor arquitectónico e histórico: Esta edificación constituye uno de los escasos ejemplos de la arquitectura de estilo neoclásico francés existente en nuestra ciudad y quizás, su mejor exponente. Fue diseñada por el arquitecto francés George Levand.
Al interior presenta la tipología propia de la casa colonial y post colonial (primeras décadas del 1800), con estructura portante de muros de adobe y aberturas de madera en altura y dimensiones y con fallebas de hierro, propias del momento colonial. Se destaca que la edificación original, viste un ropaje neoclásico en el primer módulo y fachada, situación característica de la mayoría de las construcciones que perduran previas al 1850, la transformación de fachada evidencia el cambio al gusto popular al momento de las transformaciones estilísticas del periodo lopista.
Fuente: Comisión Bicentenario/Agencia Jakueke