“El cuchillo en la garganta”, nuevo libro de Armando Almada Roche
El escritor y periodista Armando Almada Roche nos vuelve a sorprender con un nuevo libro: “El cuchillo en la garganta”, esta vez, un policial del género llamado “negro”.
Nuestro autor, como todos sabemos es argentino-paraguayo, y quizá el único que ha escrito las biografías de los más destacados hombres de las letras y la música del Paraguay: Augusto Roa Bastos, Elvio Romero, Hérib Campos Cervera, Josefina Plá, José Asunción Flores, Carlos Lara Bareiro, por citar sólo algunos nombres. Su prolífica pluma no deja de producir asombrándonos con su trabajo tesonero y abundante.
No hace mucho ha dado a la luz dos libros polémicos: “CUBA, FIDEL y RON”, novela, y “EL OTRO BORGES y Fani, su ama de llaves”, suerte de biografía sobre el célebre y mundialmente reconocido escritor, que, dicho sea de paso, fue éxito de librerías y de crítica. Sin embargo, no es nuestra intención hablar de ambos volúmenes sino de su nuevo trabajo que ahora comentamos.
Tenemos que aclarar, nobleza obliga, que Almada Roche no es la primera vez que incursiona en la novela policial, ya que hace años atrás escribió “EL ÁNGEL DE LA MUERTE” un libro que narraba las andanzas delictivas feroces del múltiple asesino Robledo Puch. Hoy, repetimos, vuelve a dicho género que, por lo que hemos leído, disfruta escribiéndolo y al mismo tiempo sorprendiendo al lector.
“EL CUCHILLO EN LA GARGANTA” cuenta la historia de un pedófilo y psicópata, basado en un hecho real ocurrido en Magdalena, sita a unos 50 kilómetros de la ciudad de La Plata, provincia de Buenos Aires. El argumento, o la trama, pinta el perfil de un oscuro personaje que rapta a una niña de doce años, Blanca Luna, hija de un amigo, con inequívocas intenciones de violarla. El pedófilo, Ariel Vívoli, aprovechando que la menor salía de la casa de una amiga se ofrece a llevarla en su coche; a partir de ese momento comienza la vía crucis de la víctima.
La novela tiene momentos de alto voltaje, es descarnada, brutal a veces. Atrapa desde la primera página y uno lo que desea es seguir y seguir leyendo. Narrada con un ritmo cinematográfico (-podríamos decir que estamos viendo una película) y lenguaje sencillo, coloquial. El tema, muy actual: violencia de género y pedofilia, muestra las llagas de nuestra sociedad descompuesta por la deshumanización, el cohecho, las injusticias y la corrupción. Armando Almada Roche, acaso, nos parecerá cruel, morboso, al escribir con tanto realismo una historia que nos pone los pelos de punta y despierta nuestra bronca más profunda. Pero, también debemos decir, un libro muy bien escrito que deja un hondo mensaje.
En síntesis: una obra imperdible