El Consulado Gral. del Paraguay en Argentina, notificó que los aranceles consulares establecidos en la Ley 4033/2010 serán aplicados a nuestros compatriotas residentes en el extranjero sin excepción.

Si bien estamos de acuerdo con el espíritu de la ley, lamentamos que la misma haya sido aplicada en forma tan abrupta, adoptando el mismo criterio de los años 2011,2016 y 2018, esta vez ¡otra vez! se optó por hacer lo mismo.

En estricta justicia, debemos destacar que en los años mencionados más arriba,  nuestros funcionarios de cancillería tuvieron la sensibilidad y el tino de rever su puesta en marcha tomando la decisión de no cobrar de el  visado de los documentos necesarios para regularizar su situación migratoria. 

Si bien la decisión actual del Ministerio de Relaciones Exteriores del Paraguay es aplicar la Ley a rajatabla, el momento de ponerlo en marcha es, por lo menos, inoportuno, dada la difícil situación por la que están pasando nuestros connacionales más vulnerables en la Argentina y que son los que más necesitan regularizar su situación migratoria. 

Ya las tasas que cobra la Dirección Nacional de Migraciones son tan excesivas, que a muchísimos paraguayos se les hace cuesta arriba –por no decir inaccesible- pagarlas, ahora con esta nueva resolución se encarece aún más, ya que los antecedentes se cotiza en dólares pero se paga en moneda argentina al cambio oficial a lo que hay que adicionar aproximadamente un 15%.  Es decir, que si el valor de cambio actual es de $ 44 el costo del dólar consular supera los $ 50. Ah…  y ocurre que es obligatorio presentar los antecedentes en migraciones al iniciar el trámite de radicación.

Todos sabemos  que los gobiernos necesitan recaudar más para mantener el funcionamiento del Estado, pero hacer recaer el costo sobre los más carentes no es ético ni moral.

Lamentablemente los paraguayos residentes en el exterior no cortan ni pinchan en la toma de decisiones que hacen las autoridades de nuestro país y que nos afecta en forma directa.  

Y lo peor es que en la Argentina dejó de existir una comunidad organizada que salga en defensa de nuestros connacionales. Tampoco  los partidos políticos paraguayos con filiales en Buenos  Aires, hacen reclamo alguno para intentar la revisión de las políticas arancelarias que afectan a nuestros compatriotas. 

Como diría un conformista: es lo que hay. Lo triste es que no puede esperarse más de los dirigentes de nuestras organizaciones porque prefieren “la cómoda”. ¿Para qué complicarse la vida “so’ó kangüé rekávo”  (buscando el hueso perdido) ?

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(N. de R. en este articulo no nos referimos a los demás documentos arancelados, porque los mismos no son imprescindibles para iniciar la gestión migratoria, excepto en casos específicos.)