Peligro de cierre del consulado “B” en Argentina… ¿verdad o bolaterapia?

Ser bola, en el Paraguay, es ser medio mentiroso. O inventor de “fantasías verosímiles”, lo que nos lleva a pensar en la posibilidad que la palabra “bolaterapia” haya sido un invento guaraní.

Y ahí, en mi país donde no vivimos y aquí, en el país donde hacemos la pasantía de la vida, está corriendo la bola, un rumor, a la que no sabemos si dar bola o no. Vale decir si le hacemos caso, si la creemos o no: la sede “B” del consulado paraguayo en Buenos Aires corre peligro de cierre.

La creencia popular da por cierto que ‘si el río suena es porque piedras trae’, lo cual traducido al guaraní significa “lo mitãma he’í”, frase que a su vez tiene una connotación cuasi-religiosa, en tanto que la expresión pudo haber sido pronunciada por un Pa’i. No nos olvidemos que la mayoría de nuestros compatriotas tiene una profunda fe católica.

Sea como sea, la versión es fuerte porque nuestra cancillería –digamos que por razones presupuestarias- ha rebanado de cuajo el 25% de los víveres que servían para la mantención y sustento del consulado en Bs As.  

A partir de este mes de febrero, según consta en la Resolución N° 90 del Ministerio de Relaciones Exteriores -fechada el 31 de enero- el aporte a ser remitido mensualmente en concepto en gastos de operación y mantenimiento del consulado será sólo de 9 mil dólares mensuales cuando anteriormente enviaba 12 mil cifra que apenas alcanzaba “vaí vaí” para cubrir las erogaciones requeridas por la oficina consular.

El dato económico es fehaciente, pero nos asusta la posibilidad de cierre de la sede B, que es la única donde se gestiona la cédula y los antecedentes policiales por cuyo motivo es la más concurrida, máxime teniendo en cuenta que la atención del mismo ha mejorado notablemente gracias a que otorga turnos por Internet -con día seguro y hora precisa- para tramitar dichos documentos. Es más, la sede tiene una ubicación céntrica, de fácil acceso, es amplia, cómoda, bien  aireada, posee baños modernos y limpios e, incluso, aire acondicionado. 

O sea que «iporãve lindo güi” y sería catastrófico privar a nuestros conciudadanos de los valiosos servicios que presta.

En el fondo, no queremos creer que se llegue a tal extremo, pero si se llega, confiamos que nuestra diplomacia tendrá un “Plan B” para aplicar si tal contingencia se produjera. 

Mientras tanto nuestra comunidad ya se puso en alerta…