La Virgen de Caacupé, Patrona del Paraguay visitó esta ciudad argentina el sábado 13 de noviembre pasado, en el marco de la 38 Misión Pastoral que realiza el Equipo Pastoral Paraguayo en Argentina (E.P.P.A.).

La visita fue coordinada por el Equipo Pastoral de Migraciones del Obispado de Neuquén, la Comunidad Paraguaya del Alto Valle de Río Negro y Neuquén y la Oficina Municipal de Migración y Desarrollo de Neuquén.

La Virgen encabezó una serie de celebraciones en la Catedral neuquina a cargo del padre Rubén Capitanio. El encuentro se celebró bajo el lema “Con María, construyamos una patria para todos” / “Tupäsy ndive, jajapo peteï tetã opavavépe guarã”.

Agradecemos a la División Cultos de la Municipalidad de Neuquén por habernos proporcionado las imágenes de la jornada.

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• Aún no hay sanciones para la firma que contrató a los paraguayos

La Pastoral de Migraciones del Obispado de Neuquén, expresó su preocupación porque todavía no se multó a la constructora que empleó a 70 extranjeros que vivían hacinados en un galpón del oeste de la ciudad. Denunciaron que los trabajadores «quedaron en absoluto desamparo».

El Equipo Pastoral de Migraciones del Obispado de Neuquén informó que aún no hubo multas ni sanciones para la Empresa Constructora ECAM que contrataba a los 70 ciudadanos paraguayos que fueron encontrados en septiembre pasado viviendo hacinados en un galpón del oeste de la ciudad.
En aquella oportunidad un mega allanamiento con oficiales de la Comisaría Tercera, personal judicial y de la Dirección de Migraciones Nacional sorprendió a las familias paraguayas por supuestas conexiones de luz y gas truchas.
Jorge Muñoz, coordinador de la Pastoral, afirmó en conferencia de prensa que a dos meses de esos hechos los inmigrantes paraguayos «quedaron en absoluto desamparo por parte del Estado, especialmente si se le compara con la evidente protección que se le brindó al empresario Carlos Giménez, esposo de la anterior subsecretaria de Educación Mara Álvarez«.
        Muñoz mencionó que la Ley de Migraciones Nacional Nº 25.871 en su Artículo Nº 59 donde se refiere a las responsabilidades de un empleador dice que «serán sancionados solidariamente con una multa cuyo monto ascenderá a veinte salarios mínimos vital y móvil por cada extranjero al que se proporcione alojamiento a título oneroso».
     «Los inmigrantes subalquilaban a esta persona los pequeños espacios que utilizaban para vivir. Entre todos completaban los 8 mil pesos, que Giménez decía le salía ese galpón», comentó Muñoz.
     Además, la ley -reglamentada en mayo pasado- dice que se multará con el cobro de 50 salarios mínimo vital y móvil por cada extranjero carente de habilitación migratoria para trabajar al que se proporcione trabajo u ocupación remunerada.
     «Nada de esto se le cobró a este señor», aseguró Muñoz, quien agregó: «La opinión pública no conoce aún las sanciones legales correspondientes por ninguno de estos delitos del empresario y la impunidad que se percibe hiere la dignidad de quienes fueron maltratados directamente pero también al conjunto de la sociedad, en tanto nos hace cómplices del escaso funcionamiento de los organismos responsables del control de estos abusos».
     La delegada diocesana de la Pastoral de Migraciones, Ana Pimentel, destacó que finalmente a los paraguayos no se les constató ningún tipo de delito, mientras que por parte de la empresa «se confirmaron delitos laborales, tributarios, migratorios, penales y de derechos humanos».
«Reclamamos que el celo y la prudencia con que se evita ventilar datos de la identidad de los responsables de tantos delitos mientras duran las investigaciones, se aplique con mayor cuidado hacia los inmigrantes, víctimas de estos empresarios», afirmó Pimentel.
     El Equipo de la Pastoral de Migraciones indicó que consideraron oportuno hacer este llamado a la atención antes de la llegada de la Virgen de Caacupé, patrona de Paraguay

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