Veteranas de la Guerra de Malvinas

 31 años después de la silenciosa y valerosa  acción de mujeres argentinas, el Estado Nacional condecoró con Medallas al Valor y dio lugar a un postergado reconocimiento a las voluntarias que actuaron en la guerra de Malvinas, se arriesgaron, sufrieron, miraron a la muerte cara a cara y regresaron plenas de desazón.

El Ministerio de Defensa entregó la correspondiente Resolución junto con un Diploma, honor a 16 instrumentistas, enfermeras y tripulantes de barcos, las que viajaron al sur del país en 1982.  

Rompehielos Irizar, convertido en hospital

Los nombres de Susana Mazza, Silvia Barrera, María Marta Lemme, Norma Navarro, María Cecilia Ricchieri y María Angélica Sendes, embarcadas en el Rompehielos ARA “Almirante irizar”, más los de Mariana Soneira, Marta Giménez, Graciela Gerónimo, Doris West, Olga Cáceres, Marcia Marchesotti, María Liliana Colino, Maureen Dolan, Silvia Storey y Cristina Cormack, embarcadas en diferentes buques mercantes argentinos, se inscribieron así en la historia nacional, todas ellas son Veteranas de Guerra, fueron parte de las tripulaciones de los buques argentinos que participaron en el conflicto de Malvinas..

Enfermeras del Irízar al regreso en Comodoro Rivadavia

A las seis primeras, además del Diploma de Reconocimiento como veteranas de guerra, se las Condecoró con la Medalla al Valor, guardan diplomas, condecoraciones y vivencias, todas estas que compartieron por haber conformado en junio de 1982, el grupo de instrumentadoras quirúrgicas.

 

LAS OLVIDADAS – Hubo 59 adolescentes que participaron del conflicto en Malvinas. Eran civiles y actuaron en la enfermería.  Fueron al Hospital Naval de la Base de Puerto Belgrano para auxiliar a los heridos de la guerra. Estuvieron desde el minuto uno, cuando llegaron los primeros heridos. Algunas tenían 15 años; las más grandes, 17.

No tienen legajo, no figuran y no fueron premiadas ni condecoradas.

A diferencia de otras exponentes del género que prestaron servicios para el Ejército y la Fuerza Aérea, durante el conflicto bélico de 1982 las Aspirantes Navales Estudiantes de Enfermería de la Armada eran todas menores de edad y fueron obligadas a prestar servicio cuando estalló la guerra porque estaban “bajo bandera”.

(Fuentes varias)