Históricamente, la República Argentina se ha constituido en el destino por antonomasia que elije la población migrante paraguaya, por diversos factores; la condición de país limítrofe, el idioma, las oportunidades laborales ofrecidas a la mano de obra paraguaya, la búsqueda de soluciones a problemas de salud ante la falta de respuestas en el sistema de salud paraguayo, entre otros.

Todo esto ha llevado a que de un tiempo a esta parte, esa “población migrante paraguaya” haya crecido a pasos agigantados y de manera vertiginosa en los últimos 10 años, aproximadamente en un 900 %. Tan es así que las estadísticas oficiales argentinas hablan de la existencia de por lo menos 550.000 migrantes de nuestro país residentes en forma legal y si contamos las personas que realizan tareas temporales que viajan en forma continua y a los que permanecen en situación migratoria irregular, dicha cantidad duplica la estadística oficial.

 Esta situación hace que la cantidad de compatriotas, que siguen viniendo incesantemente  a Bs. As. y Gran Bs. As., acudan cada día en mayor número al consulado por temas relacionados a documentación de toda índole, asistencia jurídica y social, atiborren la deteriorada infraestructura edilicia con la consecuente disminución en la calidad de atención al público. Se suma a ello la escasa cantidad de personal de la sede consular que, de esta manera se encuentra desbordado, máxime teniendo en cuenta que los funcionarios deben hacer visitas extra-oficina a hospitales, cárceles, albergues, instituciones oficiales intervinientes en  trata de personas y asistencia social. Además, debido a la extensa jurisdicción que abarca el Consulado General también debe atender cuestiones inherentes a su función, en toda la provincia de Buenos Aires y otras provincias de influencia en especial el sur dela Argentina. Un dato: el consulado no cuenta con transporte propio.

Agréguese a esto la falta de actualización tecnológica. Si bien en los últimos años se han logrado introducir al sistema de trabajo equipos informáticos nuevos (computadoras e impresoras), se ha podido crear un portal web para interactuar con los connacionales (usuarios de Internet), direcciones de correo electrónico, es sumamente imperioso y urgente informatizar los servicios consulares, empezando por el sistema de facturación que actualmente, con el flujo de gente que se atiende, se sigue haciendo en forma manual, ocasionando esto una enorme perdida de tiempo a las personas que realizan sus trámites. Téngase en cuenta, por ejemplo, que en la emisión de salvoconductos se siguen tomando huellas dactilares (kuã hu) con los métodos tradicionales.

En consideración a lo antes mencionado, se puede afirmar que se torna “sumamente urgente” la necesidad de potenciar a este Consulado General, pues la concepción del mismo fue para “defender los intereses de los nacionales paraguayos” en estas latitudes, pero con las falencias y necesidades que hoy adolece, la tarea es totalmente dificultosa y muchas veces inviable.

Nos consta que el Ministerio de Relaciones Exteriores de nuestro país, atento a la realidad de los migrantes paraguayos en Argentina, tiene en sus planes  la apertura de otros dos consulados: uno en la ciudad de La Plata, capital de la Provincia de Bs. y otro en el sur, quizá en Neuquén o Río Negro y si, recientemente, tomó la tomó la acertada decisión política de habilitar un  modernísimo Consulado en La Matanza como tangible demostración de que si se quiere se puede, bien podría tomar medidas  para  “POTENCIAR” a la Oficina Consular en la capital de la República Argentina , por ser esta una de la mas importantes del Servicio Consular Paraguayo, no solo por su calidad de Consulado General y por todos los argumentos esgrimidos si no por el reclamo y la necesidad de la gente de contar con un mejor servicio