Ayer,  29 de abril, han coincidido tres hechos significativos que constituyen, en su conjunto, un homenaje que enaltece a la Casa Paraguaya de Bs. As. y al Paraguay en vísperas de su bicentenario.

Primero, la inauguración de un gigantesco mural en la planta alta de la institución, con un paisaje de nuestra tierra que su autor, el eximio artista plástico guarambareño, Amado Amadeo denominó “Campiñas del Paraguay” cuya imagen será tapa de nuestra edición del próximo mes y que fue bendecida por el Capellán del Ejército Argentino y guía espiritual de nuestra comunidad, el reverendo padre Mario Giménez, más conocido como “Pa’í Giménez”. 

Segundo, la entrega de la Ley Nº 4310 del  28 de abril del año en curso, por la cual se declara oficialmente al 27 de agosto como “Día Nacional de la Guarania”, que gracias a la gestión del senador Orlando Fiorotto fuera aprobada -en tiempo récord- por ambas Cámaras del Congreso de nuestro país y promulgada por el Poder Ejecutivo Nacional. El Dr. Carlos Federico Abente, Zoraida Brítez y Andrés Miranda, recibieron de manos del senador, la copia de la citada ley, registrándose así un acto de estricta justicia y reconocimiento a la iniciativa originada por Guarani’á Asoc. Cultural Paraguaya. Y también, una ofrenda al creador de la Guarania: José Asunción Flores.  

Y, finalmente la presentación de los dos tomos del libro “Emiliano R. Fernández”, el vate mayor del Paraguay, cuya autoría pertenece al nieto del poeta que lleva su mismo nombre y que contiene alrededor de 800 poesías del vate mayor del Paraguay, nacido el 8 de agosto en Yvysunú, Guarambaré.

Previamente, la señora Gladys Fleitas de Fiorotto procedió a la entrega de la bandera de ñandutí y el director de cultura de la Institución, Prof. Dr. César Orué Paredes, al dar las palabras de bienvenida, resaltó la trascendencia del  acto y recalcó la predisposición de la entidad de viabilizar en su sede de todo lo relacionado con la cultura guaraní. Posteriormente, el senador Orlando Fiorotto donó a la Casa Paraguaya un enorme mural y a su vez, el Consejo Directivo otorgó al mismo -a través de Alfredo Rojas– una plaqueta de reconocimiento por su permanente preocupación por los paraguayos residentes en el exterior y sus logros en favor de los mismos.