Responsabilidad de participación en el referéndum

 Por María Teresa Pérez (*)

Hoy en día, en muchas democracias, el derecho al voto está garantizado como un derecho de nacimiento, sin discriminación de raza, etnia, clase o género. En el Paraguay, todavía no está consagrado el derecho al voto para todos los ciudadanos y ciudadanas por igual. ¡Está en camino, en proceso!

Por ello quiero reflexionar con mis compatriotas –desde el punto de vista de pertenencia al mismo grupo (nacidos en Paraguay) y, en mi caso, como miembro de la comunidad de paraguayos en el exterior– a pesar de la distancia geográfica que nos separa y fundamentar el por qué del Si en el referéndum del próximo 9 de octubre desde el criterio de la responsabilidad social.

Para reflexionar, quisiera que compartamos un criterio básico: el de la solidaridad ¿Qué es la solidaridad? La solidaridad o caridad social es el valor que expresa las ideas de unidad, cohesión, colaboración.

Existen dos tipos de solidaridad: la Solidaridad-sentimiento, que es la tendencia humana a asociarse en busca de bienes comunes; y la inclinación a sentirse vinculados con otros, bien por motivos de semejanza, bien debido a intereses comunes, y, la Solidaridad-virtud, que es la determinación firme y perseverante de comprometerse por el bien común. Estamos ante un hábito o cualidad, ante una decisión estable de colaborar con los demás. Con todos los hombres, pues realmente hay vinculación con todos, aunque uno no se sienta unido a algunos.

Pues bien, estoy segura que si nuestros compatriotas residentes en Paraguay analizan con actitud reflexiva nuestro legitimo derecho al voto, comprenderán lo que significa este reclamo de parte nuestra y ayudarán a generar una conciencia social en Paraguay sobre la validez del mismo. Esto otorgará respeto colectivo en la población paraguaya y por ende ayudara a crecer cívicamente. Finalmente, nos permitirá basamentar la construcción de un nuevo país, más plural, más justo e igualitario para todos y todas.

Esta idea es el fundamento del bien común por el cual luchamos todos los días desde donde estemos y con las herramientas que dispongamos. En conclusión, quiero dejar sentado que el SI al Referéndum del 9 de octubre será una prueba de fuego, donde tres elementos fundamentales, la solidaridad, el civismo y el patriotismo, junto al coraje y la esperanza en un Paraguay mejor, serán los protagonistas de esta consulta popular largamente anhelada por todos nosotros desde el exterior.

Para seguir avanzando en la senda del cambio, necesitamos fortalecernos como pueblo, como grupo, con una identidad cultural común –y un idioma que nos mantiene juntos a pesar de la distancia- nuestro dulce Guaraní. Necesitamos construir esa sociedad moderna y tolerante que muchos reclaman. La lucha por conseguir la enmienda del Art.120 de la Constitución Nacional, opino, ayudará a sentirnos más paraguayos a todos y todas y a creer que luchando juntos un nuevo Paraguay SI es posible.

No tengo nada más que agregar.

Sólo pido que el 9 de octubre te sientas paraguayo de verdad y que en conciencia y con orgullo declares en las urnas: SI, al voto de los paraguayos y las paraguayas en el exterior. ¡Viva el amanecer de un nuevo país! ¡Con tu solidaridad, será posible!

(*) Fuente: agencia jakueke