Es probable que el petróleo deje de ser un bien transable, un combustible eficiente y relativamente barato antes de que sepamos si en el Paraguay tenemos o no reservas de crudo.
Hemos padecido una guerra sobre la cual pesa el estigma de las grandes petroleras norteamericanas como autoras de conflictos bélicos sin que el sacrificio de miles de muertos y lisiados haya tenido compensación alguna.
Gobierno tras gobierno, a lo largo del siglo XX y de lo que va del XXI, han pasado sin que de uno solo de los agujeros perforados en el territorio chaqueño haya rezumado algo parecido a petróleo.
Las compañías concesionadas para prospectar la región Occidental envuelven sus informes en una nube retórica dejando a los legos la responsabilidad de sacar conclusiones.
Desde el granítico mutismo reinante en los días del estronismo hasta aquel exuberante “vamos a bañarnos en petróleo” del más efímero de los presidentes de la transición, lo único cierto es la incertidumbre. Una de las concesionadas –la británica President Energy- reportaba en 2013 que en los pozos Lapacho y Jacarandá del bloque Pirity se había confirmado la existencia de “recursos técnicamente recuperables” y entre ellos incluye (sic) “67 TCF (trillones de pies cúbicos) de gas y 3.200 millones de barriles de petróleo”.
Pasaron cinco años y todo ese mar de energía sigue en el fondo del subsuelo chaqueño. Lo curioso es que a unos pocos kilómetros de allí, en territorio boliviano, siguen sacando petróleo a lo grande. Más o menos por el mismo año del informe citado, un pozo perforado en Campo Bermejo, al sureste del departamento de Tarija, cumplía… ¡88 años bombeando petróleo en forma ininterrumpida! Viejo dilema: porqué Bolivia sí y nosotros no. Alguna vez lo sabremos.
Mientras tanto, la leyenda continúa.
(Editorial del diario 5días.com.py del -21-09-2018)
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La primera noticia que tuvimos sobre la existencia de petróleo en el Paraguay, la recibimos en 1959 de boca de Gilberto Penayo, a la sazón profesor de geología del Colegio Nacional de la Capital (Asunción) quien, a su vez, nos decía que su extracción y explotación ocurriría recién cuando las poderosas empresas petroleras lo consideraran conveniente y que mientras tanto mantendrían los pozos tapados.
Gilberto Penayo era conocido principalmente por ser un veloz, potente jugador de fútbol y excelente definidor, goleador y dos veces campeón en Cerro Porteño e integrante de la selección paraguaya que se clasificó para el mundial de Suecia de 1958.
Para completar su fama, se casó con la inimitable Kikina Zarza, la soprano que en aquel entonces deslumbró con su voz y actuación en la exitosísima zarzuela “María Pacurí” en el Teatro Municipal.
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Petróleo y Gas en Paraguay –Los Pozos Petroliferos concesionados en Paraguay 1947 – 2005 (por Cia. Petrolera)
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