El presidente Luiz Inácio Lula da Silva sancionó el 2 de julio, durante una ceremonia en el Ministerio de Justicia, una ley que prevé la legalización de extranjeros en situación irregular que hayan ingresado al Brasil hasta el 1º de febrero de este año. La medida puede abarcar hasta 200 mil inmigrantes. Los mismos serán amnistiados, tal como ocurriera en 1988, cuando fueron beneficiados más de 60 mil extranjeros.

De acuerdo con la legislación, cualquier extranjero que ingresó al Brasil hasta el 1º de febrero de este año, podrá pedir la autorización de residencia provisoria, cuya validez será de dos años. El pedido deberá ser presentado a la Policía Federal en el plazo de 180 días, luego de la publicación de la ley en el Diario Oficial, este lunes 6 de julio y tendrá un costo de 98 reales.

Una vez recibida la autorización, el extranjero podrá vivir legalmente en el país por dos años. Noventa días antes de vencer dicho plazo, el solicitante podrá recurrir al pedido de residencia permanente, que permitirá al ciudadano vivir en el país por el resto de su vida. Según el Ministerio de Justicia, la ley no contemplará personas expulsadas del país o que representen peligro para la nación.

Lula también firmó mensaje del proyecto de ley que crea la nueva legislación de extranjeros en el país. El texto será remitido al Congreso Nacional. El objetivo del gobierno es sustituir la legislación vigente de 1980, orientada fundamentalmente a la protección nacional. La nueva ley prevé la criminalización del tráfico de inmigrantes. “Esta tierra es generosa y siempre recibió de brazos abiertos a todos los que vinieran para trabajar” dijo el presidente Lula durante la ceremonia.

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EMPLEO Y SALUD

La nueva ley dará garantías a los extranjeros, de que circulen libremente en todo el territorio nacional. También tendrán acceso a trabajos remunerados, a la educación, a la salud pública y a la justicia. Solo tendrán impedimentos para votar y prestar servicio militar.

Actualmente, hay en el Brasil cerca de 880 mil extranjeros que viven legalmente. La mayoría son portugueses (270 mil), seguido por japoneses (90 mil), italianos (70 mil), españoles (60 mil), argentinos (40 mil), bolivianos, paraguayos y chinos (con más de 30 mil cada uno).

Según el secretario Nacional de Justicia, Romeo Tuma Jr., la gran preocupación del gobierno es humanizar el tratamiento a los extranjeros y penalizar a los que trafican personas y cuyas víctimas serán amnistiadas.

Lula agradece la contribución de «los hermanos de otros países»

El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, aseguró que la ley de amnistía a los inmigrantes que sancionó es una lección que Brasil da al mundo desarrollado. El gobernante brasileño afirmó que mientras que los países más ricos persiguen a los inmigrantes y difunden la idea de que se trata de un problema que agrava el desempleo, en Brasil se les reconocen sus derechos. «Vamos a dar a los inmigrantes los mismos derechos que a los ciudadanos brasileños, a excepción de los derechos exclusivos de los nacionales [como votar y aspirar a mandatos públicos]», aseguró Lula.

SIETE DÍAS DESPUÉS…

Siete días después de sancionada la ley en Brasil, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Paraguay resolvió separar del cargo al cónsul paraguayo en San Pablo, Hernando Arteta, a quien sindican como responsable por la expedición de visas en forma irregular a ciudadanos chinos y libaneses.[ad#468×90 Google Adsense]