Los primeros médicos, más que médicos, eran practicantes de medicina, de segunda y tercera clase, se formaron en la Escuela de Medicina creada por médicos ingleses.
Estos jóvenes, pertenecientes a las clases sociales más altas, prestaron un relevante servicio a la patria.
El 4 de marzo de 1863 los doctores ingleses George P. Barton (llegó contratado por el gobierno a bordo del vapor «Ypora», el 15 de abril de 1856. Asistió como partero a Elisa Elicia Lynch, cuando nació la hija del Mariscal: Corina Adelaida) y Guillermo Stewart (era el cirujano mayor, el más destacado de los médicos ingleses y tenía la confianza del Mariscal López- llegó al Paraguay en marzo de 1857 y murió en 1916. ) envían al Ministro de Guerra y Marina, un informe que dice así: «los jóvenes practicantes de Medicina y Cirugía, Carlos Céspedes, Anselmo Aquino, Lorenzo González y Manuel Morales, se hallan adelantados en el estudio de la facultad médica y en la práctica de cirugía, que consideramos en estado capaces de sufrir un examen de ambos conocimientos para que según el resultado del examen, si el Supremo Gobierno de la República los encuentre apto: sean honrados con un grado, y ejerzan el oficio de médico de tercera clase en el Hospital”.
El apoyo del gobierno a este grupo se evidencia en un oficio del 6 de junio de 1864 dirigido al Encargado de Negocios en París, don Cándido Bareiro, donde se le hacía un pedido de libros de medicina y cirugía en español, para uso de los practicantes.
En la Escuela de Medicina se formaban numerosos jóvenes que se recibían de médicos de segunda y tercera clase. En el Semanario del 9-VII-1864 se lee: «Practicantes de Cirugía. Se aumentó el número de los alumnos de este ramo de enseñanza”.
Dr. Luis Cálcena Echeverría, quien actuó como médico de la Fundición de Ybycuí.
Dr. Juan Vicente Estigarribia, (Villarrica, 22 de enero de 1788 / Ajos –actual Cnel. Oviedo-15 de julio de 1869) médico herbolario. actuó como cirujano de tropa antes de la venida de los primeros médicos ingleses. Autor de: “Vocabulario en varios idiomas de algunas plantas medicinales» y «Resumen de una instrucción metódica para curar algunas enfermedades epidémicas”.
Dr Esteban Gorostiaga. Director del Hospital de Sangre de la Plaza de Piribebuy. Mediante su heroica actuación, pudo salvar numerosos heridos y enfermos, de aquel dantesco incendio del hospital, ordenado por el Conde D’ Eu- Sobrevivió a la gran hecatombe gloriosa y en el Segundo Período Constitucional presidido por el Presidente don Juan Bautista Gill recibió su ascenso al grado de Capitán Honorario y Cirujano de Primera Clase, despacho refrendado por el Ministro de Guerra y Marina, General Patricio Escobar, el 22 de diciembre de 1874. Murió en Villarrica en el año 1893 asesinado.
Dr. Francisco Campos, fue destinado como Practicante de Cirugía, al Cuerpo de la Sanidad Militar. En la sangrienta batalla de Piribebuy, recibió dos lanzazos, uno en la cabeza y el otro en el pecho, ambos de gravedad. Prisionero, contempló el incendio del Hospital de Sangre. Escapó y se presentó al Mariscal
Dr. Justo Pastor Candia, ocupó por mucho tiempo la dirección del Hospital Militar Central y la dirección General de la Sanidad Militar
Dr. Cirilo Solalinde, nombrado en 1862 Director del Hospital Militar. Fue médico personal del Mariscal López y lo trató cuando tuvo cólera. Fue nombrado Inspector General de la Sanidad del Ejército. Acompañó al Mariscal hasta el Chirigüelo donde cayó prisionero y fue llevado a Río de Janeiro
Dr. Juan Bautista Gaona, El Gral. Díaz, después de la batalla de Tuyutí, preguntó cómo se encontraban los enfermos y los heridos, y le contestó que ninguno estaba atendido ni medicado por falta de elementos. Al día siguiente, por orden del mismo General, el Dr. Stewart preparó unas píldoras de «typyraty» y se las dio a todos los enfermos y heridos.
Dr. Wenceslao Velilla, trabajó en el Hospital de Mujeres, ubicado en Santísima Trinidad. Durante la epidemia de la viruela, Velilla prestó invalorables servicios atendiendo a enfermos y vacunando, con las vacunas que él mismo las preparaba. Teniente de Cirugía durante el curso de la guerra, llegó hasta el grado de Capitán. El 22 de julio de 1866 fue condecorado con la «Orden Nacional del Mérito» en el grado de Caballero.
Las Enfermeras que atendieron a los enfermos durante la despiadada guerra fueron estaban distribuidas en las siguientes parroquias: La Catedral: 44/; Encarnación: 45/; San Roque: 22/; Paso Pucú, Cerro León, Caacupé y Piribebuy: 39/
(Fuentes: www.mspbs.gov.py // Franco, Víctor I: Historia de la Sanidad Militar en el Paraguay. Anales de Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de Asunción y Otras fuentes varias)
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