Estamos en vísperas de un paso decisivo –trascendental- en la historia de Casa Paraguaya de Buenos Aires, cuya importancia supera el marco meramente institucional. 

Nos referimos a la elección de autoridades a realizarse en una fecha próxima, la  que determine la Inspección General de Justiicia (I.G.J.) Posiblemente la primera quincena de mayo. 

Un gran avance dado entre enormes dificultades generadas por las circunstancias acaecidas dentro de la Entidad causadas principalmente por la ineptitud, desidia, inexperiencia, desinterés y/o inoperancia de sus últimos directivos o pseudo-directivos que la han llevado hasta el borde del abismo. 

• Pero éste NO es momento de llorar por la leche derramada... 

El imperativo de la hora es arbitrar los medios eficaces para sacar a la Casa de la postración en que se encuentra actualmente. 

Para ello, y dada las circunstancias, lo ideal hubiese sido que hubiera habido un fructífero diálogo entre los diversos sectores que pujan por dirigir la institución, diálogo que permitiera hacer una acción mancomunada para acelerar el proceso de la regularización societaria. 

Pero lamentablemente eso no ocurrió, porque se han formado tres listas (sí, tres listas), para competir por la conducción, 

Pareciera que en los dirigentes han prevalecido otras urgencias por encima del interés principal: la recuperación, rehabilitación y normalización de la más emblemática representación de paraguayos en Argentina, con más de 70 años ininterrumpidos de gestión cultural, social, solidaria y humanitaria. 

Ahora, caerá sobre los asociados, la enorme responsabilidad y la decisión de saber elegir a la lista cuyos integrantes garanticen la idoneidad para ejercer el cargo, solvencia ética, moral, intelectual, dirigencial, económica y acendrado de sentido de pertenencia, condiciones necesarias para sacar a Casa Paraguaya del atolladero en que actualmente se encuentra. 

Y, por último, que sean capaces para administrarla diligente y responsablemente, modernizarla y ponerla, fundamentalmente, al servicio de los socios. 

Sería el mejor homenaje para honrar a sus fundadores e incansables hacedores de todos los tiempos que han forjado y dado lustre al extenso, meritorio historial de la Institución.

(En otras notas sucesivas, publicaremos notas cuyo contenido estamos desarrollando bajo el título general de “Las cosas por su nombre”, que contemplen temas referidos a la temática institucional, por ejemplo: ‘El botín más codiciado’, ‘Demasiado ego’, ‘Una luz al final del túnel’, ‘A la altura de las circunstancias» y similares)