El valor de la palabra…

«Las grandes obras de las instituciones, las sueñan los santos locos, las ejecutan los luchadores natos, las disfrutan los felices cuerdos, y las critican los inútiles crónicos». Esta era la frase que figuraba en todos los Bonos que emitía Casa Paraguaya de Bs. As., bonos que sirvieron para la adquisición de sus sucesivas sedes.  Pero también hay algo esencial sin el cual nada hubiera sido posible: el valor de la palabra empeñada, cuya credibilidad final consistió en demostrar en los hechos que no era un “ñe’reí” o sea, hablar al cohete.

La noticia es que ayer, domingo 2 de diciembre, fueron elegidas las nuevas autoridades de la Casa Paraguaya de Bs. As. en la Asamblea convocada a tal efecto y en la que, si bien es cierto que la lista oficialista ‘Verde Transparente’obtuvo más votos, el verdadero  triunfador fue la institución.

El presidente electo, Ramón González, haciendo uso de la palabra acompañado por el nuevo Consejo Directivo./ Para agrandar hacer clic sobre la imagen

Gran concurrencia en el acto eleccionario donde hubo algunas  rispideces propias de este tipo de acontecimiento, en general tuvo un desarrollo normal porque ambas listas -especialmente los asociados- demostraron un comportamiento y una conducta ejemplar.

Conducir una institución sin fines de lucro hacia el cumplimiento de sus objetivos es un compromiso, un desafío inmenso que conlleva la voluntad y perseverancia de sus dirigentes para lograr los resultados deseados. Pero también necesita una planificación bien pensada de los pasos a dar en el futuro para que el tránsito hacia la meta sea lo menos sinuoso posible. 

Y estos lineamientos son totalmente aplicables a Casa Paraguaya, más aún porque en la imaginería popular está profundamente arraigada la idea de que, el pertenecer e integrar su Consejo Directivo es un privilegio inmenso y una “chapa” importante. 

En verdad, más que privilegio, el ser directivo de esta entidad, es una responsabilidad inmensa, donde “acomodar los tantos” será una labor ardua, una ingente tarea que implicará altos esfuerzos financieros, morales, intelectuales y, principalmente, un criterio en el que la intencionalidad vaya acompañada de un hondo sentido pragmático.

Mba’ére pikó peicha?… Por qué es así?…  Jahechámina, veamos: por los siguientes pero NO únicos motivos:

  •   Generar fondos para afrontar el costo de mantenimiento edilicio (que, guardando las distancias, son comunes al de una casa o departamento); abonar los juicios laborales pendientes cuyas cifras son astronómicas; remunerar a los empleados y/o contratados; pagar a los músicos, artistas, animadores de eventos;  retribuir los honorarios de los servicios profesionales prestados a la institución, etc. etc.
  • Estudiar la oportunidad y el modo de encarar la terminación de la construcción de la sede.
  • Ordenar administrativamente la entidad y habilitar la Secretaría para que funcione de manera permanente para atención del socio. el público en general y el cobro de las cuotas societarias en tiempo y forma.
  • Llevar a cabo lo estipulado en el  estatuto realizando obras de carácter social, asistencial y orientación migratoria en beneficio de nuestros compatriotas, armonizando a su vez con las autoridades diplomáticas de nuestro país y el gobierno de la ciudad de Buenos Aires, adoptando las medidas pertinentes para facilitar dichos fines.
  • Impulsar fuertemente las actividades culturales, característica fundamental de Casa Paraguaya: a) Charlas y conferencias sobre nuestra historia y folklore nativo; b) Proyección de películas y documentales referidas a nuestro país; c) Exposiciones pictóricas; d) Promoción de nuestras danzas típicas, enseñanza del idioma guaraní, cursos de arpa y talleres de locución y periodismo; e) Celebrar las fechas patrias de nuestro país destacando los valores de nuestra identidad nacional
  • Actualización de los estatutos sociales 

Ah… casi nos olvidamos de algo fundamental: el Consejo Directivo debe tener -asimismo- la grandeza y la visión necesarias para recomponer el diálogo entre los dirigentes, teniendo en cuenta que la participación de todos es imprescindible para la buena marcha de la institución. 

En este sentido, la oposición se ha mostrado totalmente predispuesta a cooperar con los nuevos directivos, gesto inédito en manifestaciones de este tipo, ya que históricamente el comportamiento habitual ha sido siempre el auto-ostracismo voluntario, privando de esta manera a valores relevantes que podrían coadyuvar positivamente a la concreción, en menos tiempo, del afianzamiento y la unidad  de ‘ñande róga guasú’.

Asistentes a la Asamblea. /foto de R.S.G, / para ampliar hacer clic sobre la imagen

Al final de la jornada, el presidente electo en su  breve discurso, destacó la propuesta opositora y prometió que convocaría a todos sin distinción a participar para elaborar las medidas conducentes para una mejor gestión.

Confiamos que esas buenas intenciones -expresadas por ambas listas- sean llevadas a la práctica para que «el valor de palabra» no sea una frase vacía.

Los senderos  que conducen al cielo y al infierno son diferentes entre si: sólo dependen de los actos y actitudes que asumamos para merecer caminar en uno de ellos.