El cónsul paraguayo en Buenos Aires, Jorge Riquelme, llega a los barrios de la provincia de Buenos Aires con charlas sobre los servicios que brinda el Estado, a través del Consulado General en esta ciudad.

La labor del cónsul es bien vista por los compatriotas que afirman que después de muchos años sienten la presencia del Estado.

En una entrevista con la agencia IP, Riquelme detalló los trabajos que llevan adelante con su equipo desde que asumió al cargo. Cuenta que en este mes de agosto cumple dos años con la tarea de las charlas consulares, las visitas barriales donde se hacen operativos de documentación, jornadas solidarias, y charlas de asesoramiento. “Estos son los tres formatos de asistencia barriales que aplico con mi equipo. Esto lo tomamos como iniciativa propia”, expresó.

Comentó que la charla consular le tocó inventar ya que no existía y el trabajo lo articula con los municipios del conurbano. La provincia de Buenos Aires tiene 135 intendencias, es la más grande de la República Argentina, la de mayor densidad poblacional, la mayor cantidad de electores.

Dijo que la mayor herramienta de inclusión para un extranjero acá es poder acceder a un documento de identidad argentino (DNI), para eso debe tener en regla los documentos de país de origen y de esa parte se encarga el Consulado.

“Regularizamos documento de país de origen, juntamente con el municipio y Migraciones le gestionamos el DNI a nuestros compatriotas y de esa manera un ciudadano de Paraguay pueda empezar a trabajar en blanco, tener cobertura médica y protección de un sindicato del rubro al que pertenezca”, señaló.

Riquelme aseguró que tiene muy presente lo que dijo el presidente (Cartes) de que el funcionario está para servir y “eso es lo que estamos haciendo, en el Consulado no somos simples emisores de documentos, estamos tratando con personas que sufren el desarraigo”, refirió.

Belén Delvalle es una paraguaya que vive en la capital argentina hace 12 años. Comentó que notó muchos cambio en los últimos tres años, en cuanto a la atención que se brinda en la Embajada y el Consulado paraguayo.

Recordó que la primera vez que recurrió al Consulado salió llorando porque no obtuvo respuesta, además el trato fue deplorable. Así pasó en la segunda y la tercera vez. Sin embargo en la última visita que realizó se quedó sorprendida porque ya notó más sensibilidad y le dieron respuesta rápida.

“Por ahora vamos con un problema y salimos con una solución y si no pueden solucionar por lo menos nos orientan qué podemos hacer. Yo siento ahora que nos escuchan, antes ni si quiera eso”, refirió la compatriota. Destacó que por el hecho de que el cónsul tenga ese trato de igual a igual con los connacionales ya les hace sentir que están en casa.

“Acá nuestro mini Paraguay es el Consulado. Yo noto cambios muy positivos en cuanto a los trabajos que llevan adelante nuestros representantes aquí, obviamente hay cosas que mejorar, pero lo bueno pesa mucho más”, concluyó.

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