Si bien es cierto que esta institución tiene colgada sobre su cabeza una espada -solamente sostenida por un frágil y quebradizo hilo- que puede caérsela encima en cualquier momento, Casa Paraguaya sigue apostando a la vida… 

La espada de Damocles a la que nos referimos es la deuda contraída por haber perdido dos juicios laborales y otro con el Gobierno de la Ciudad de Bs. a raíz de una multa que suman en total $ 2.500.000 ( pesos argentinos) dos millones quinientos mil, con sentencia judicial firme. 

Para afrontar esta compleja situación financiera, el Consejo Directivo está intentando –y seguirá intentando- por todos los medios de recaudar fondos para cancelar y honrar dicho compromiso, como siempre lo ha hecho Casa Paraguaya a lo largo de su historia..

A tal efecto -a ese único efecto-  realizó el sábado pasado una Cena Solidaria, para la cual, socios y amigos donaron por anticipado lo que se consumió en esa oportunidad. Asimismo merece destacarse el gesto de los donantes: compraron la entrada que sin bebida, ascendía a $ 500 por persona. Además, hay que mencionar orgullosa y admirativamente, que los músicos actuaron en forma gratuita, dando así su apoyo y su aporte concreto destinado a lograr el objetivo propuesto. 

Recién dentro de dos días sabremos el resultado neto, pero más allá del dinero obtenido en el evento, lo fabuloso fue el espíritu solidario demostrado por los asistentes en esa noche especial. 

“BONO DÓLAR”

Como medida conexa a la idea de recolectar el dinero para salvar a la casa, el próximo mes se lanzará un Bono Contribución con premios importantes en dólares, que se sortearán durante los últimos cuatro meses del año en curso.

Recordemos que los recursos generados mediante la instrumentación de este tipo de bonos en otras épocas merced a la “Comisión Pro Local Propio”, se pudo adquirir la sede que actualmente está ubicada en la calle Chile 1769 y que actualmente corre peligro de perderse. 

Creemos firmemente que los socios, amigos y simpatizantes que dieron su colaboración en esa aparentemente increíble patriada, reeditarán su actitud adquiriendo lo que nosotros llamamos el “bono dólar”. 

Tampoco dudamos que gente nueva también se incorporará activamente a la concreción de este emprendimiento