Casa Paraguaya de Bs. As. y la fábula del pastor mentiroso
El Pastor mentiroso es una fábula cuya autoría se atribuye a Esopo que. en síntesis, cuenta lo siguiente: ” estaba un pastor cuidando su rebaño de ovejas, el cual comenzó a gritar con todas sus fuerzas: ‘¡Auxilio! ¡Auxilio! El lobo viene por mis ovejas’.
“La gente del pueblo, dejando a un lado todos sus quehaceres, acude al llamado del joven, para darse cuenta que no es más que una burla pesada, una falsa noticia. El joven vuelve a hacerlo una segunda vez y los aldeanos acudieron nuevamente. Sin embargo, comprobaron que era una mentira”.
“El pastor gritó de nuevo, por tercera vez, siendo esta vez verdad: que el lobo estaba atacando, sin embargo, el pueblo ya no creyó en sus gritos, por lo que la fiera terminó devorándose el rebaño”.
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En Casa Paraguaya de Bs. As. ocurrió algo similar. Un motivo parecido a lo descripto en la fábula, originó que la mayoría de los integrantes del Consejo Directivo y de los socios perdieran la confianza en la gestión del presidente de la Institución, lo cual desencadenó la crisis societaria y la ruptura institucional que data desde mayo del año pasado, cuya solución aún no se avizora.
Podríamos explicar con lujo de detalles, el origen y el proceso de cómo se llegó a esta triste, lamentable y deplorable situación que –a juzgar por los resultados- se estaba incubando ya hacía un tiempo largo.
Pero, para no cargar las tintas sobre el episodio, ya de por sí dramático, optamos por sintetizarlo en pocas palabras:
‘Aunque parezca increíble, en el tiempo que lleva la actual gestión, los responsables principales del manejo adminitrativo/financiero –el presidente y la tesorera- nunca habían hecho la rendición de cuentas de los ingresos y egresos monetarios de la entidad, según lo exige el estatuto. Lo que denota, en principio, una ausencia de ética y moral, condiciones indispensables para dirigir una entidad.
Vale decir, en resumen, que esta manera de manejo personal de la Casa Paraguaya, fue la causa primigenia del descalabro actual y la fractura institucional de la misma.
¿Existirán soluciones para superar este desencuentro?
Seguro que sí, pero, aparentemente, los que deberían dar el primer paso… NO tienen interés alguno en hacerlo y/o se escudan en la pandemia, usándola como excusa.
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Nota de Redacción: en su oportunidad, volveremos sobre el tema y les contaremos en forma más extensa, esta patética cuasi comedia/tragedia.