Casa Paraguaya de Bs. As. : legitimidad de origen, ilegitimidad de ejercicio
Se entiende como legitimidad de origen a la condición alcanzada a mediante un proceso eleccionario que, a su vez, se legitima por ser un acto libre, secreto y voluntario
Ilegitimidad de ejercicio, se refiere cuando el presidente electo hace caso omiso a las facultades que le otorga el estatuto societario y sobrepasa o no cumple las funciones pertinentes asignadas.
Ello acarrea, en la práctica, un abuso autoritario que deslegitima el poder logrado en origen. Vale decir que la ilegitimidad tiene que ver con la transparencia del desempeño en la gestión eficiente del cargo obtenido.
Y si esto no se ejecuta de forma adecuada , ocurren los descontentos y los reclamos correspondientes.
Eso ha llevado a que una importante cantidad de socios de Casa Paraguaya, nucleados mayoritariamente en una Mesa Coordinadora cuestionaran la gestión presidencial, a través de un comunicado público denunciando dicha situación donde a su vez –una vez más- han peticionado la aclaración del manejo financiero de la entidad. Rendición nunca realizada -desde el 2 de diciembre de 2018, fecha en que fueron elegidos- pero que ahora resulta imprescindible hacerlo, teniendo en cuenta el pedido de auxilio reciente del presidente solicitando ayuda económica para afrontar el pago de un juicio perdido y abonar las deudas atrasadas ocasionadas por los servicios y gastos de mantenimiento.
Con el cumplimiento de esta petición, y una vez aclarado el tema, los denunciantes estarían en condiciones de prestar su colaboración monetaria allegando los fondos sin ninguna demora. Otra manera que se contempla en el comunicado, es que el presidente accediera a dar un paso al costado de modo tal que el cargo pueda ser asumido por el vicepresidente quien podría allanar el camino facilitando la puesta en marcha inmediata del salvataje financiero necesario.
Pero, por lo observado, pareciera ser, que el presidente de Casa Paraguaya no quiere saber nada de las soluciones planteadas ni tampoco de los preceptos que regulan su responsabilidad como tal, que están claramente establecidos en el Estatuto social y, lógicamente, opta por omitir la búsqueda de algún grado de razonabilidad para canalizar un desenlace a la ya larga crisis que atraviesa la institución, lo que denota un visible y preocupante desinterés por mantener a salvo el prestigio de la institución.
Desgraciadamente, por el momento, todo indica que la reconciliación de la familia paraguaya que se cobija bajo su techo, está transitando un camino áspero y sinuoso en cuyo trayecto solamente existen obstáculos, un laberinto sin salida y sin acuerdos ni diálogos a la vista. Todo esto sin mencionar la nota presentada a la Inspección de Personas Jurídicas por parte de los afectados.
Ahora más que nunca, cuánta falta hace que aparezcan dirigentes de fuste-que tengan la sensatez, el sentido común de los antiguos directivos de la Casa Paraguaya, quienes sin egoísmos, con enormes sacrificios, gran espíritu de grandeza y entrega incondicional han construido la Casa Paraguaya de Bs. As. conduciéndola a alturas trascendentes y enalteciéndola sin tregua ni pausa.
Ellos sí pudieron decir con orgullo “nuestra querida Casa Paraguaya” porque realmente profesaban un acendrado, auténtico y verdadero amor a la misma