Arsenio Erico y Agustín Pío Barrios
Juntos en una muestra de fotos
La Comisión ARSENIO ERICO VUELVE de Buenos Aires, coordinada por Blas del Puerto, fue formada por la Ley 901 del Congreso Nacional del Paraguay, con el objeto de repatriar los restos mortales del más grande exponente del fútbol paraguayo, realizó una gran muestra fotográfica sobre Arsenio Erico y Agustin Pio Barrios «Mangore», dos paraguayos universales. El acto tuvo lugar el 4 de septiembre en la sede social del Deportivo Paraguayo.
En esa oportunidad también se presentó el libro «Arsenio Erico, el ángel que jugó para los diablos» de los escritores Catalo Bogado Bordón y Gilberto Ramírez Santacruz. Asimismo se proyectó un documental referente al Bicentenario de la Independencia del Paraguay».
Arsenio Erico fue el futbolista más grande de la historia de Paraguay del siglo 20. El mismo convirtió 293 goles durante su paso por el fútbol argentino convirtiéndose, en su tiempo, en el máximo goleador del profesionalismo (junto a Ángel Amadeo Labruna).
Lo definieron con un montón de apodos en su larga campaña por el fútbol argentino, que incluyó un inmenso recorrido por Independiente y un pequeñísimo paso por Huracán: «El Aviador», «El Mago»,»Hombre de Goma», «Saltarín Rojo», «Paraguayo de Oro», «Duende Rojo», «Rey del Gol», «El Hombre de Plástico», «El Virtuoso», “Romperredes”entre otros. Falleció en Buenos Aires y sus restos reposan en el cementerio de Morón.
Agustín Pío Barrios, por su parte, es para muchos, el más grande compositor de música para guitarra del siglo XX, pues remozó el repertorio y estilo de composición para dicho instrumento. Fue también, el primer intérprete en la historia discográfica en haber realizado grabaciones sonoras de obras para guitarra sola, a principios del siglo pasado (en aquella época aún en discos de 78 r.p.m).
Su conocimiento de la teoría musical le permitió componer en varios estilos: barroco, clásico, romántico y descriptivo. Su música se caracteriza por ser de carácter folclórico, imitativo y religioso. Murió en El Salvador, país donde aún descansan sus restos.