Aranceles consulares: ¿cuento de nunca acabar?
“Había una vez un gato montés que tenía la cola al revés ¿querés que te cuente otra vez?” Bueno. “Yo no te dije bueno, te dije ¿querés que te cuente otra vez? … y así sucesivamente.
Este cuento lo aprendí de chico, cuando estaba en el primer grado de la escuela primaria que seguí escuchando mucho tiempo, como si fuera una letanía que los paraguayos la adoptaron como propia convirtiéndolo como parte de su idiosincrasia. Ya cuando adolescente me alguien me dijo que era una versión similar al “cuento de la buena pipa”. O sea un cuento de nunca acabar.
Lo más parecido a las idas y venidas, vueltas y revueltas en la aplicación en la Argentina del arancel consular
El arancel consultar es una tasa que cobra el consulado a los usuarios del servicio de visado de algunos documentos que nuestros compatriotas necesitan –principalmente– para regularizar su situación migratoria.
Aclaremos que la cobranza de dicho tributo está pautado por Ley Nacional que se haga en dólares americanos, aunque en la práctica la misma se realice en pesos argentinos al tipo de cambio del día de la fecha de la operación más un plus porcentual fijo cuyo resultado final se conoce como “dólar consular”.
La tarifa vigente es así: antecedentes US$ 20; certificado de nacimiento y matrimonio US$ 15. Anteriormente eran, respectivamente US$ 35 y US$ 30.
El tema en cuestión es, que dada la cíclica y crónica crisis económica que viven muchísimos compatriotas residentes en Argentina, a los mismos se les hace cuesta arriba poder pagarlo. Más aún en épocas en que el aumento del dólar no tiene techo y en consecuencia la conversión a pesos argentinos alcanza cifras siderales.
Digamos que, por dicho motivo, nuestro gobierno dejado en suspenso el cobro de la misma durante 8 años: la Ley se promulgó en 2010 y recién le dio curso en mayo des este año 2019. Comentemos que al comienzo de la aplicación de estos aranceles consulares se cotizaba en $ 39 y ahora en $ 60
Para paliar o morigerar dicha contingencia, la Cancillería de nuestro país dispuso implementar un “fuero de pobreza” es decir que no pagaran los los compatriotas que demostraran la imposibilidad de hacerlo, fuero al que inmensa cantidad de gente se ha acogido.
A vuelo de pájaro, recordemos que la aplicación de dicha Ley ha sido resistida por distintos sectores de nuestra comunidad, algunos en forma activa, otros con declaraciones escritas o simplemente comentarios en las redes sociales.
Como no tuvieron resultado alguno, ahora parece ser que el reclamo está tomando la senda correcta. Vale decir se está apelando a la vía adecuada para canalizar la solución del “conflicto de intereses” entre el Estado paraguayo y la sociedad civil residente en el exterior.
Para hacerla corta, les cuento: la semana anterior, la Multisectorial a través de su Coordinador General Juan Añazco se ha reunido con el diputado Juan Carlos ‘Nano’ Galaverna con quien conversó largamente sobre un proyecto de Ley que modifica la Ley de Aranceles consulares, para que el mismo se de ingreso al Parlamento y ser tratado en ese recinto.
Y justamente, la vía adecuada para solucionar legal y definitivamente el tema arancelario es que el mismo sea tratado por el Congreso Nacional, estamento donde se ha gestado los tan discutidos aranceles consulares. Otra opción NO es válida.
Así, tal vez, próximamente dejará de ser un cuento de nunca acabar