Abordaje Territorial de la Dirección Nacional de Migraciones: en cada rincón…

Victoria Hermelo (*)

Ampliando Derechos, la presencia de la DNM  durante el mes de marzo, con el Programa de Abordaje Territorial se acercó a las localidades de Tigre, Villa Soldati, Exaltación de la Cruz, José C. Paz, Berazategui, Ezeiza, Florencio Varela, Moreno, La Matanza, Almirante Brown, Liniers y Lanús.

Este trabajo, al contrario de lo que se piensa, no consta sólo de acercar una camioneta móvil y dejarla en uno de los barrios para la toma de trámites. Se trata de un trabajo coordinado de campo que comprende la atención personalizada a cada migrante con el objetivo de regularizar su situación y brindarle el conocimiento necesario para acceder a sus derechos.

Esto se logra gracias a la integración de empleados de abordaje, transporte, control y proyectos. “Lo que retomamos con más fuerza este año es hacer que las oficinas móviles no sean un apéndice que trabaja solo, sino que se incorporen al abordaje. Antes, cuando tomábamos las solicitudes nos dábamos cuenta de que la gente no tenía la documentación, porque no había tenido la información, no la había podido conseguir o tenía algún impedimento para que prospere el trámite.

No tenían certeza de cuándo íbamos a estar con la camioneta y no teníamos un vínculo directo con las personas”, cuenta Maximiliano Pérez, responsable del programa. “La idea, además de empoderar al público que participa, fue generar dos reuniones previas al desembarco de las camionetas donde se atendiese la cuestión general, dando información y explicando cuáles son los derechos de los migrantes, generando un vínculo con los referentes del territorio”, explica.

Respecto a de dónde surge el referente en el territorio, por lo general, vienen de otros organismos, de organizaciones que nuclean migrantes o incluso “nos llegó a suceder que migrantes particulares que están en un barrio tienen un interés genuino por sus compatriotas, que no pueden acceder por cuestiones de desinformación, de geografía o tiempo”, cuenta Pérez y confiesa: “Hay lugares a los que no llegamos, y hay gente que no quiere que lleguemos, porque cuanto más turbia y oscura parezca la tramitación de residencia, más próspero será el negocio para los gestores que ofrecen a los migrantes soluciones a problemas que no existen”.

Para esto, hay dos reuniones previas que tienen como objetivo el asesoramiento al migrante. “En la primera se atiende cara a cara a cada uno y se indaga la base de datos de tránsitos de admisión y de aptitud, entonces esto nos da la certeza de si puede iniciar el trámite, cuándo ingresó, si tiene que traer antecedentes, si tiene un trámite en curso en Migraciones y si prosperó o no. Es decir, nos da un pantallazo de la historia migratoria de esa persona. Gracias a esto, podemos atenderlo personalmente y decirle qué es lo que necesita”.

En la segunda, “nos encontramos con la gente y chequeamos toda la documentación requerida en la primera instancia. Si está todo bien, le entregamos un sobre personal con un número que contiene toda su información, qué documentación le faltaba y en qué fecha asistirá a la camioneta. Esto nos da, además de agilidad en el trámite, la seguridad de que cuando lleguen la documentación requerida estará completa. La camioneta es el corolario de todo ese trabajo previo que se hace en el territorio. Allí se concreta la toma del trámite. Y gracias a la incorporación del expediente digital, en la oficina de control y proyectos “tenemos la competencia para supervisar y cerrar de forma definitiva el trámite y dar lugar al DNI que luego se envía por correo”.

Antes había muchos rechazos en camionetas, hoy el porcentaje bajó a casi cero, porque gracias a la integración del Programa de Abordaje Territorial con las camionetas, la información del migrante ya fue chequeada en cada una de las instancias, por lo cual cuando llega el momento de la firma es altamente probable que la resolución del trámite sea favorable.

Así es que sólo en el mes de marzo se tramitaron 1.864 DNI y 252 residencias. Acercarse a los barrios y efectuar reuniones previas permite ganar “la confianza de las personas y continuar con el trabajo de desmitificar que Migraciones es sinónimo de policía, control y expulsión, y así mostrar la cara nueva de la gestión que tiene que ver con el proceso de regularización migratoria y la ampliación de los derechos”.

(*) periódico de Migraciones, abril 2015