1° de marzo: El Monstruo de las Tres Cabezas…
Esa mañana del 1º de marzo de 1870 hasta el viento se llamó a silencio, presagiando el inminente final.
Las aguas del río rumoroso, aplacaron su torrente cristalino como elevando una muda plegaria al Hacedor: “Padre nuestro que estás en los cielos…”
Todos los seres vivos –excepto esos hombres y mujeres que firmes aguardaban la última arremetida presintiendo el desenlace- buscaban en vano un seguro refugio que los amparase del veneno mortal del voraz Atila triplealiancista.
Los árboles, inermes, se disponían a asistir, petrificados, al holocausto de un pueblo que quiso y supo defender con dignidad a su terruño, en el supremo esfuerzo de salvar su integridad de la codicia insaciable de la Triple Alianza, el Monstruo de las Tres cabezas: Argentina, Brasil y Uruguay.
Esa mañana del 1º de marzo de 1870 en Cerro Corá, solo se oía cual repique de glorias, cual vigoroso “ñembo’é”, el latir bravío de los corazones de ese puñado de héroes que –al igual que su Jefe- poco después morirían por su Patria
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N. de R. Algunos afirman, que las últimas palabras del Mariscal López, antes de recibir el definitivo disparo, fueron “Muero con mi patria». Sin embargo, la historiadora Noelia Quintana, dijo que la frase verdadera de López fue “muero por mi patria” y no “muero con mi patria”, a la que considera como “un invento de los bandeirantes”.